Pecados Capitales
Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo
Ojeando el catecismo, la conciencia avivó.
¿Cuántas veces falto a los mandamientos de Dios?
Si digo amar al Padre eterno, y fracaso en el otro amor, me engaño, me miento, me perjudico yo.
AMOR es regla transitiva, que converge, y se expande,
en el amar a mi prójimo próximo, como el Señor me mandó”.
Siete son los pecados a los que presto atención, se los llaman capitales porque multiplicados generan la perdición.
La soberbia, es altanera, presumida, orgullosa, y se olvida la señora, que todo nos lo provee Dios.
La avaricia, se abarrota, ni da, ni disfruta, solo junta, junta y junta.
La lujuria, pierde al cuerpo, ennegrece los pensamientos, y se olvida que es el cuerpo templo de tan amoroso Dios.
La ira es el resultado de la falta de control, se exaspera, grita, gruñe, profiere insultos, violencia, ataca sin reflexión, no advierte que la paciencia es el camino mejor.
La gula, ¿cuánta indigestión?
Pues lo queremos todo sin medida, ni porción, sin tener en cuenta que el mismo Dios repartió.
La envidia, también hace estragos en nuestro corazón, ambicionando lo del otro, perdemos la alegría interior, llenándonos de críticas caemos en la traición.
La pereza, mal amiga, nos lleva a enterrar los talentos, dejando de hacer el esfuerzo nos apartamos de la misión, a la que hemos sido llamados para dar frutos hoy.
ORACIÓN
SI estas son las debilidades del hombre, y ese hombre soy yo:
¡ OH mi Dios! ¡OH mi Señor!
Que amarte quiero,
Que es mi intención.
¡Líbrame de los pecados capitales!,
que ocultan el verdadero amor,
y son un lastre pesado
que me separan de vos.