¡Mi Dios vive!

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

 

 

Sedienta iba por el camino.

Buscando tu agua beber.

Esperando ese renacer.

Que nos viene de tu Espíritu.

Clamé al cielo con gemidos

Salidos de mi corazón.

Y sorprendida en mi razón.

Tuve experiencia del Dios vivo.

En ese allí y en esta hora.

Me cautivaste aurora.

Que mi vida  iluminó.

Y me abracé a tu amor..

Hasta perder el sentido.

En un solo mirar compartido.

Y a la escucha de tu voz.

Se transforma la oración.

En un remanso continuo...

Del estarse en el propio olvido.

Para entregártelo todo Señor.

Es así que he comprendido.

Que en el mundo estoy de paso...

Y no temo a aquel ocaso...

Porque tú eres mi Dios.

Y  entrañablemente me amas.

Padre mío, Dios amor.