Abrir el corazón

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

 

 

Todo me está permitido.
Pero no todo me es conveniente.
Dice el alma prudente...
Meditando la Ley de Dios.
Entendiendo, que en el amor...
Se ha de manifestar el creyente.
No puede llamar vilmente,
a la mentira verdad,
ni decir, que liberar...
Es acabar con las vidas.
Pues necia y vana su osadía,
mostraría ante el Señor,
al no amar como debería
haciéndose acreedor,
a verse sin el perdón...
Pues él mismo se  lo negaría.
Por no abrir el corazón...
A la Misericordia Divina.