Verdadero ayuno
Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo
Ceniza y cilicio no me alcanzan,
para agradarte, Señor.
Pues el ayuno que reclamas
ha de provenir de mi interior.
Del corazón de cada hombre,
nace el propósito de amor,
Que se dispone con Tu gracia,
para tus obras, mi Dios.
Dar pan al hambriento quieres.
El agua al sediento alcanzar.
Alojar al que esté de paso.
Al que está desnudo arropar.
Acompañar al enfermo en sus desvelos,
y al preso no dejar de visitar.
Pues lleva la necesidad Tu rostro,
y el sufrimiento tu Nombre asume
Para que mi alma palpite
Con Tu misericordia infinita,
y asistiendo a los hombres sirva.
Con perseverante diligencia,
al Señor de la clemencia,
que nos salva y vivifica.
Dame, Señor, en esta cuaresma,
el don del verdadero ayuno
Para que en mis obras pueda
En común unión con vos
Dar el paso hacia el amor
Haciendo efectiva mi entrega
Y con amor, Tu amor pague
Para Tu mayor gloria eterna.