El Padre y su criatura

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

 

 

Nuestra natural condición nos inclina hacia el pecado.
Pero es el anhelo de Dios, que seamos sus hijos amados. 



OH pensamiento humano, que sufres la tentación.
De querer obrar lo malo, y variar el plan del Amor.. 

Cuando aceptes ser despojado, de todo querer y pretender...
Recién comenzarás a entender, la alegría de los santos. 

Que aún teniendo sobresaltos, duras pruebas o persecuciones
El poder del Padre los acoge, con tal delicada clemencia... 

Que solo en el morir de amor, encuentren la recompensa... 
Así lo alaban en el dolor, lo glorifican en las penas.

Lo bendicen en todo tiempo, ofreciéndole la vida entera... 
Porque son sus manos Santas, las que sanan, salvan y liberan.

¡Bendito sea Señor tu nombre!¡ Bendita tu omnipresencia!
¡Glorificado por siempre! ¡Bendito, bendito y alabado seas!