¡Despiértate, tu que duermes!

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

 

¡Despiértate, tu que duermes!...

En el sopor de tu confusión...

Porque el mundo te enredó...

Ebrio en su ensoñación caíste...

Al alejarte de la mano de tu Señor...

La única fuente de amor...

La que antes de nacer tu bebiste...

Más cuando de mi te fuiste...

Llevándote contigo la herencia...

Te vi partir, y con tristeza...

Lloré tu ausencia, tu sin razón...

Hijo mío de mi alma...

Cada vez que me rechazas...

Buscando la vana consolación...

Desechas de mi mano la unción...

Tan sobreabundante de caricias...

Para alcanzarte aquella dicha...

Providente de mi salvación...

Y recobrar con holgura mi gracia...

La que generosamente a mis hijos les doy...

¡ Despiértate, tu que dormitas!...

Sacude tu modorra profana...

Abre tu corazón esta mañana...

Y recíbeme como tu Señor, tu Dios.