A todos los hombres de buena voluntad. Llamado a la reflexión

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

Los acontecimientos nos están apremiando, y es fundamental para los hombres de buena voluntad, hacer una profunda revisión de nuestro compromiso en lo individual y colectivo, frente a tanta falta de amor registrada en nuestra sociedad humana.

La desvalorización que se tiene de la vida, la falta de respeto a los derechos mínimos del prójimo, ha llegado a un punto crucial, en donde las medias tintas, ya no tienen sentido ni razón.

No es posible, que la arbitrariedad, el exceso, el desequilibrio, y la necedad de unos pocos, se esté cobrando tantas víctimas inocentes, mientras la mayoría, le ofrecemos una tibia resistencia, o siendo indiferentes, cerrados en ese pequeño espacio personal, repitiéndonos el dicho: " Estando yo caliente, me río de la gente".

Hemos de saber que frente a la historia, todos tenemos parte, y que nada queda fuera de nuestra responsabilidad. Ya seamos ricos, pobres, letrados, o analfabetos, esclavos o libertos, sanos o enfermos, hombres de toda raza, religión y condición, gobernantes y gobernados, todos y cada uno desde su lugar, ha de sentarse en la obligación moral de responder a esta escalada de violencia, desatada que es la guerra, con un fuerte llamado a la reflexión, exigiendo se tengan en cuenta los valores fundamentales que llaman a vivir en paz y en fraternal armonía, colaborando los unos con los otros, favoreciendo el diálogo,  en función de que solidariamente colaborar en el crecimiento, desarrollo, y asistencia de cada estado, nación, pueblo, comunidad e individuo, necesitado, en cualquier parte del mundo.

Planteémonos, el criterio y la coherencia, a la hora de decirnos humanos, y comportémonos como tales, seres medianamente inteligentes, que comparten un mismo y único cielo en esta tierra.