Todo hombre prevenido

Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo

 

 

Todo hombre prevenido,
observa buena disposición,
al precaverse con antelación…
Atento está de algún peligro.
Sabe discernir con mucho tino…
¿Que es lo más justo, lo conveniente?
Así, actúa el que es prudente.
El que advertido está de lo previsible.
Mientras le sea, y venga posible,
prefiere evitar llantos y lamentos…
Por eso, ora en todo, y a cada momento.
La oración es como el aceite en el candelero…
Que nos provee la luz en la oscuridad.
Para ver al esposo llegar, y acudir tranquilo a su encuentro. 
Cuando venga, el Señor, desde el Cielo,
pedirá cuentas del cómo se ha vivido…
Y la verdad brotará de cada corazón en juicio… 
Para resolver aquel destino, misterioso y eterno.

¡Aprovechemos entonces, esta bendita gracia del conocimiento!
Que acotados nos están los tiempos…
Prediquemos el Divino Amor, practicando el amor en serio.