¡OH mariposa!
Autor: Alicia Beatriz Angélica Araujo
Advierte hoy tierna mía...
¿Cuánto tiempo ya has dejado pasar?
Desde que me viniste a visitar...
Para recibirme en Comunión Sagrada...
¿Acaso piensas que estas rosas blancas?
¿No se te van de una en una, a marchitar?
¿Que tu fuerza no flaqueará?
Con el transitar de los días y tus mudanzas.
¡Bueno sería, niña mía, que te pusieras a pensar!
Que hay alguien que te sabe amar...
A pesar de tus torpezas y escapadas.
¡OH mariposa, veraniega, y casquivana!
Que disipada por el mundo vuelas...
Posándote de flor en flor, sin apreciar...
Que es tu Señor, en verdad...
Quien te dotó, de esta delicadeza y encanto...
Y tú, solo le muestras un corazón obstinado...
Cerrado a la escucha de su voz...
Indiferente, no correspondes al Amor...
Que con anchura te ha regalado...
Mientras sigues por ahí revoloteando...
Tan ausente de tu perversa condición...
Se va deshojando a cada segundo tu candor...
Hasta quedarte con un tallo ralo y seco...
Vacío, en la desolación interior...
Por no acercarte a la puerta de La Mansión...
Y recibir del Santo, el amparo, la protección...
El perdón, de tus muchos y graves pecados...
Para participar en el Banquete del Amado...
Y ser uno en el Amor de Dios.