Origen del cristianismo

¿Puede uno salvarse con cualquier religión?

Autor: Alfonso Aguiló Pastrana

Sitio Web: interrogantes.net

  

La verdad sobre Dios es accesible al hombre en la medida en que éste acepte dejarse llevar por Dios y acepte lo que Dios ordena. En la medida en que el hombre quiera buscar a Dios rectamente.

    —¿Quieres decir que los que no son cristianos no buscan a Dios rectamente?

    No. Decir eso sería una barbaridad. Hay gente recta que puede no llegar a conocer a Dios con completa claridad. Por ejemplo, por no haber logrado liberarse de una cierta ceguera espiritual. Una ceguera que puede ser heredada de su educación, o de la cultura en la que ha nacido.

    —Entonces, en ese caso, no serían culpables.

    Dios es justo y juzgará a cada uno por la fidelidad con que haya vivido conforme a sus convicciones. Es preciso, lógicamente, que a lo largo de su vida hayan hecho lo que esté en su mano por llegar al conocimiento de la verdad. Y esto es perfectamente compatible con que haya una única religión verdadera.

    —¿Y qué dice la Iglesia católica sobre la salvación de los que no profesan la religión católica? Porque muchos la han acusado de exclusivismo.

    Dice que los que sin culpa de su parte no conocen el Evangelio ni la Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna.

    Y como asegura Peter Kreeft, el buen ateo participa de Dios precisamente en la medida en que es bueno. Si alguien no cree en Dios, pero participa en alguna medida del amor y la bondad, vive en Dios sin saberlo.

    —Entonces, si se puede ser bueno sin creer en Dios, ¿para qué creer en Dios?

    Es que no debemos creer en Dios porque nos sea útil, o porque nos permita ser buenos, sino, fundamentalmente, porque creemos que Dios es verdadero.

    —¿Y dices que Dios me juzgaría con arreglo a la religión en que yo creyera, aunque fuera falsa?

    Depende, porque te repito que podrías estar en el error de modo culpable. Bernanos decía que no se puede perder la fe como se pierde un llavero. Y se mostraba un tanto escéptico ante algunas crisis de fe supuestamente intelectuales, pero que en el fondo esconden una opción por fabricarse una religión propia, a la medida de los propios gustos o comodidades. Cuando una persona hace una interpretación acomodada de su religión para rebajar así sus exigencias morales, o no se preocupa de recibir la necesaria formación religiosa adecuada a su edad y circunstancias, es bien probable que la pretendida crisis intelectual bien pueda tener otros orígenes.

    —Pero, formarse, ¿no es propio más bien de gente de poca personalidad, que se deja influir fácilmente?

    No tiene por qué ser así, pues, como señala Aquilino Polaino, formarse no es nada más que fundamentar la propia autotransformación (y no, por cierto, de modo egoísta, sino para ser, a su vez, una realidad transformante de los demás).

    Por eso, si una persona no se preocupara de formarse y de reflexionar suficientemente para llegar al conocimiento de la fe verdadera y de sus exigencias, estaría en un caso de ignorancia culpable. En ese caso y en todos los anteriores —es de justicia elemental—, sería juzgado conforme al correspondiente grado de culpabilidad y voluntariedad que hubiera en sus errores.