Educación sexual
Ya lo sabe todo. ¿Es suficiente?Autor: Alfonso Aguiló Pastrana
Sitio Web: interrogantes.net
Es esta una pregunta que el lector quizá se haga al ir avanzando este capítulo. No quisiera dejar la idea de que con explicar al niño todo lo relativo al sexo queda el problema resuelto. No es así de simple. La formación sexual es una parte de la educación integral de la persona, y está unida a todos los demás aspectos. Como cuando se sacan cerezas de un cesto, que nunca suele salir una sola.
Llenar su corazón de afectos adecuados y fortalecer su voluntad, son dos aspectos decisivos para una correcta educación de la sexualidad.
Hay una estrecha relación entre una acertada educación sexual y el avance en las virtudes, y más concretamente con las virtudes de la fortaleza y la templanza.
Ya hemos dicho que informar correctamente no es difícil. Lo difícil e importante es crear en los hijos hábitos que les fortalezcan personalmente para actuar de modo correcto. Hay multitud de chicos que lo sabían todo muy bien a través de sus padres desde temprana edad, pero que, después,
por haber descuidado la educación de sus sentimientos;
por no haber fortalecido su voluntad;
por no haber desarrollado en ellos las virtudes necesarias;
por no haberse acostumbrado a luchar;
adquirieron hábitos viciosos y sus vidas fueron un desastre.
A un chico que ha logrado un buen nivel de autodominio, que ha consolidado las virtudes de la fortaleza y la templanza, no le costará mucho comprender que es él quien debe tomar las riendas de su impulso sexual, y no al revés. Y no sentirá envidia de quienes están dominados por el sexo y se consideran por eso más hombres.
Comprenderá que la falta de dominio sobre ellos mismos es lo que hace que esas personas realicen, como consecuencia de su débil voluntad, actos sexuales como puede hacerlos cualquier insensato o cualquier animal. Sólo las personas de mayor calidad humana, de mayor fortaleza, de mayor autodominio, es decir, los hombres y mujeres sensatos y fuertes, llevan de verdad las riendas de su vida, en este aspecto como en tantos otros.
Es preciso dar una visión positiva,
fortalecer el espíritu,
dar un alto concepto de la dignidad humana
y de la realidad sexual.