El clan Rockefeller I

Autor: Alejo Fernández Pérez   

alejo_fp@terra.es

 

 

Muy pocas familias han ejercidad y ejercen una influencia tan enorme en el mundo entero como la Rockefeller. Su inmenso poder procura pasar deapercibido en todas las actividades humanas: comercio, industria, multinacionales, política interior y exterior de los EE.UU, religión, sectas,…pero sus efectos se notan en todas las naciones. En España también.

Uno de sus descendientes, David Rockefeller, desde los años sesenta negocia con  jefes de estado de toda laya ideológica. En todas partes se le recibe con respeto reverencial y muy especialmente en los paísses de la órbita sovietica. George Gilder comenta: "Cuando David va a Rusia es tratado a cuerpo de rey. Y resulta curioso que nadie sea capaz de reverenciar, halagar y exaltar a un Rockefeller tan bien como lo hacen los marxistas” ¿ Por qué será?

El forjador de la saga, John Davison Rockefeller, nació en 1839 en Richford (New York), en el seno de una familia descendiente de inmigrantes judío-alemanes llegados a Estados Unidos a principios del siglo XVIII (1733). Los judíos forman la raza que ha dado al mundo los hombres más inteligentes del planeta: Cristo, Einstein, y esa pléyade de Premios Nobeles anuales para lo bueno, o a Judas para lo malo. “Random Reminiscencers” es el libro autobiográfico de J.D. Rockefeller, donde  ofrece un esbozo magistral de su personalidad, en la que se combinaban, a partes iguales, la austera cicatería del buhonero y la ambición ilimitada del empresario predador

Tras varios negocios iniciales, todos con éxito,  podemos citar el 10 de enero de 1870 como el inicio de una carrera fulgurante: J.D.R. funda en solitario la empresa petrolífera Standard Oil. A partir de ese momento se inició una ascensión imparable que acabaría desembocando en el dominio prácticamente absoluto del trust Rockefeller en la industria del petróleo. Por el camino quedaron sus competidores y un largo rosario de artimañas, extorsiones, sobornos e irregularidades de toda índole. Desde su creación en 1870, la Standard pasó de una producción inicial equivalente al 4% del mercado petrolífero americano, al control en 1876 (seis años) del 95% de dicho mercado. En el corto espacio de seis años la compañía de Rockefeller había laminado o absorbido prácticamente a todos sus competidores.

Las innumerables tropelías de la Standard dan lugar a multitud de denuncias sin ningún resultado. Ante una multa desorbitada J.D.R comentó : "El juez Landis estará muerto mucho antes de que hayamos saldado esa deuda". El magnate americano, que conocía muy bien el terreno que pisaba, no se equivocó. Los Rockefeller extienden sus redes y crean:

Los asociados. El primogénito del fundador, John Davison Rockefeller junior en 1923 incorporó al trust familiar una nueva categoría de colaboradores: los asociados, especie de consultores con rango oficial que en poco tiempo conformaron una amplia red de influencias cuyas ramificaciones abarcaban todos los sectores de la sociedad norteamericana. Uno de los más importantes cometidos de sus asociados consistía en contactar con personas bien situadas y relacionadas e incorporarlas a la firma, extendiendo así el peso y la influencia de ésta.

La Banca En 1911, John D. Rockefeller adquirió un grueso paquete de participaciones de la Equitable Trust Company, convirtiéndose así en su accionista mayoritario. La fusión con el Chase National Bank lo convierte en el mayor banco del país. El proceso de consolidación financiera culminaría finalmente en 1955, con la fusión del Chase Natinal Bank y el Bank of the Manhattan Company, ligado al grupo Warburg, fusión de la que resultó el Chase Manhattan Bank, presidido desde 1969 por David Rockefeller, nieto del fundador de la dinastía y cabeza de la misma en la actualidad.

Este enorme Trust contradice frontalmente las cacareadas reglamentaciones antitrust, así como el no menos vociferado sofisma del libre mercado. Nuevas y graves denuncias y sentencias condenatorias son emitidas a lo largo de varios años sobre el Trust por el Congreso, por el etado de Ohio y por el juzgado federal movil de Missouri y quedan todas en “aguas de borrajas”. La Corte Suprema obliga a la división de Standard en 39 compañias, Compañias que, naturalmente,  siguen con los mismos accionistas y funcionamiento.

Las Fundaciones filantrópicas Rockefeller. La legislación norteamericana permite que los fondos transferidos a una Fundación son deducibles en la declaración de la renta, y todos los bienes que le son entregados están exentos de derechos sucesorios. Por lo demás, las donaciones pueden ser efectuadas tanto por personas físicas como por cualquier tipo de sociedad, sea o no de carácter lucrativo. Asimismo, las fundaciones están exentas a perpetuidad del pago de impuestos, lo que no impide que puedan poseer, comprar o vender todo tipo de bienes inmuebles y de valores mobiliarios, así como conceder préstamos a sus donantes. Todo ello hace que los miembros de sus Consejos Directivos, usando la ley de forma torticera, la utilicen  en beneficio propio. Al mismo tiempo han servido para introducirse en la vida social y en campos como la demografía, la religión, la universidad,…

En el ámbito político. A través de sus fundaciones filantrópicas  y del Council of Foreing Relations los Rockefeller tienen una considerable influencia en las altas esfera del  poder político. En realidad, buena parte de los políticos pertenecen directa o indirectamente a las nóminas del Trust entre los cuales figuraban Douglas Dillon, James Forrestal, John McCloy, Robert Patterson, Allen y John Foster Dulles, Winthrop Aldrich y Dean Rusk, destacados protagonistas todos ellos de la escena pública estadounidense de postguerra. La lista continúa con los hombres que constituyeron el relevo generacional de los primeros, como son Walt W. Rostow, Zbigniew Brzezinski y Henry Kissinger, salidos igualmente de los foros y organismos patrocinados por las Fundaciones Rockefeller.

Por supuesto, cada pueblo tiene su particular Rockefeller sólo que de tamaño adecuado a su importancia y condiciones. Se revisten de políticos , banqueros, empresarios,… de segunda a tercera categoría; se unen alrededor de Organizaciones con actividades más o menos oscuras y, en todos los casos-  como veremos más adelante - sus decisiones pesan  sobre los gobiernos correspondientes.  En realidad , ¿quién nos gobierna?