Serie: El profeta

Poemas de Amos II

Autor: Adolfo Carreto         

LO IRRESISTIBLE

Y mientras haya quejido donde no debe haberlo
Y mientras haya amargura en vez de sonrisa
Y mientras un aguilucho apunte hacia la paloma
Y mientras una mano se alargue para una limosna
¿quién no va a profetiza?.

Y mientras haya condenado sin causa
Y mientras haya camino sin final
Y mientras un desafío sea provocado
Y mientras una oración no encuentre a Dios
¿quién no va a profetizar?.

Y mientras haya Norte y Sur
Y mientras haya punto cardinal disparejo
Y mientras un grito no tenga eco
Y mientras una estéril no tenga posibilidad
¿quién no va a profetizar?.

Y mientras haya llanto en vez de canción
Y mientras haya chiste en vez de alegría
Y mientras un pastor carezca de flauta
Y mientras una flauta carezca de son
¿quién no va a profetizar?.

Y mientras haya altar para muchos dioses
Y mientras haya rezo para muchos ídolos
Y mientras un niño no sepa persignarse
Y mientras una hoguera no sofoque
¿quién no va a profetizar?.

RECTIFICAR

Hasta el potro se vuelve manso
Y con ancas firmes para servir al hombre,
Hasta la novilla detiene su cabrioleo
Para acoplarse al estero
Hasta el león doblega su fiereza
Para la admiración de un circo.
Entonces..
¿por qué tu no puedes rectificar?.

Hasta quien nació bajo la sombra de otro dios
Se ha venido a la luz del día,
Hasta la torrentera desbordada
Ha conseguido su cauce,
Hasta el sol ha podido
Quebrar la impertinencia nublada.
Entonces...
¿por qué tu no puedes rectificar?.

Hasta la nieve convierte a la tierra en frescor
Y a los tallos invernales en flores,
Hasta el halcón se posa en el hombro
Esperando la orden,
Hasta Yahvé, con ser Dios,
Rectifica su cólera y firma la alianza.
Entonces...
¿por qué tu no puedes rectificar.

No, nada hace el Señor Yahvé
Sin revelar su secreto a sus siervos,
Los profetas.

HAMBRE DE PALABRA

Están hartos de carne
Pero tienen hambre de palabra.
Están saturados de altares
Pero tienen hambre de oraciones.
Están henchidos de vino
Pero tienen sed de espíritu.
Están repletos de cosas
Pero desnudos de verdad.

He aquí que vienen días en los que
El hambre será grande
Y desecharán los alimentos.

Se atracaron de manjares
Y ahora les duele la barriga.
Se empacharon de discurso
Y ahora no encuentran la palabra.
Se atiborraron de necesidades
Y ahora anhelan la Necesidad.

He aquí que vienen días en los que
El hambre será grande
Y desecharán los alimentos.
He aquí que vendrán días, 
Palabra de Yahvé, 
En los que mirarán a los altares
Y encontrarán vació el asiento de Dios.
El hambre de mi Palabra
No la sacia la hartura.

LA ALTERACIÓN

Y el pájaro se empeñó en trinar
En medio de la tormenta:
Ésta lo acusó de desestabilizador.
Y el agua limpió las riberas del cauce
Y los sapos la acusaron
De ladrona de podredumbre.
Y el sol perforó un rayo por entre el nubarrón
Y desde lo alto
La negrura lloró de rabia.
Y a la puerta de los comensales
Esperó un mendigo
Y los perros le robaron las sobras.
Y en Betel
Mientras el Sumo Sacerdote esparcía incienso
Desde atrás sonaba una oración contra Amós.

Es profeta falso, dijeron,
Desestabilizador, acusaron,
Arrastra mendigos hasta nuestra puerta, que quejaron,
Anda vendiendo esperanza por los caminos, temieron,
Su voz es ron
Y lo luce buen timbre para los oídos delicados
De nuestras doncellas, se enfadaron, 
Y es extranjero}y nos trae recetas
de un dios que no tiene lugar en nuestros altares.
Huele a campo y a estiércol,
Y su vestidura no compagina,
Carece de autoridad.

Y el cervatillo se burló de la embestida del león
Y el rabadán no logró engatusar al buen pastor
Y el sol aventajó a la nublada tupidse
Y el leproso encontró medio manto en el sendero
Y un niño se agachó ante el manantial
Y bebió de bruces.

Amós continuó alterando los caminos de los hombres
Para rectificar el sendero marcado por Dios
Según el mandato de Yahvé.

NO ES SUFICIENTE

¡Le dí un mendrugo y marchó contento!.
- No es suficiente.
Llené al templo de diezmos.
- No es suficiente.
¡He inmolado cuatro cabritos!.
- No es suficiente.
Esparcimos incienso para anular los malos olores.
- No es suficiente.

Un día, ¿un día?, un día
¿y cuándo es un día?
Un día socorrí a un mendigo,
Un día
- No les suficiente.

Y vinieron ellos y dijeron a Amós:
Estás confundiendo el culto con la vida,
Yahvé está en el templo y no fuera,
El lamento del humilde muere en su garganta.
....
Amós retomó el grito de Yahvé
Al escuchar su voz procedente del trueno.