Serie: El profeta

Poemas de  Oseas II

Autor: Adolfo Carreto         

EL TEMPLO

 

Si Dios es el Encanto

Imposible disfrazarlo con encantos.

Si Dios es lo Perfecto

¿a cuento de qué maquillarlo con el casi?.

Si Dios es la Frondosidad

La arboleda a oscuras puede hacer de El un capricho.

Que Baal sea dioses, que no Dios,

Que el placer sea llegada y no ocasión.

Que la hojarasca sea sonidos y no el Sonido,

Sea llamadas y no la Llamada,

Brisas y no la Brisa,

Risas y no la Alegría

Es cosa de pensar.

 

Así que lo sagrado ha cambiado de santuario

Y la adoración se ha petrificado en el ídolo.

El sol se fija en un tobillo

Y la luna apunta hacia un rincón,

La lluvia empapa una cadera,

Los dioses del bosque aplauden

Y los condicionados danzan la oración.

 

Así que Gomer no es una esposa

Sino una excusa

Y su casa no es su casa sino el bosque

Y su altar no es el altar sino la cama

Y su caricia no es su roce sino su cobro

Y Baal está allá para contabilizar.

 

Entonces... el santuario son los bosques

Que exhiben mercancía barata

Y tienen que llevar, para adorar,

Contante y sonante.

 

Entonces... la hermosura es engañosa

Como puede serlo lo que patrocina

Y le tapa la boaca a Dios para que canten los ídolos.

 

Dime en qué santuario rezas

Para decirte a qué Dios perteneces,

Que oro y plano es lo que reluce

Si el espíritu no lo ha acrisolado.

Dime con qué sueñas y te diré qué padeces

Que no es verdad lo que más se grita

Y menos lo que más adorna sino lo que más se sufre.

Así que yo, Oseas, por la gracia de Yahvé,

He abierto el corazón para que el espíritu discierna.

Procuré hacer de mi casa un templo

Pero el amor se fugó por la ventana.

Lo que Yahvé quiere es la puerta de par en par

Y no la hojarasca del bosque.

Pero el amor se va tras el otoño

Sin saber que Dios es primavera.

 

LA PROSTITUCIÓN

 

No es que haya vendido el cuerpo sino el espíritu.

No es que haya desnudado la cintura

Sino que ha desarropado el corazón.

No es que aguarde en una acera

Sino que ha abandonado la casa.

No es que presuma de libertad

Sino que ha recostado su sentimiento.

No es que le hayan ofrecido sino que se ha ofrecido.

La prostitución es el amor puesto en rebaja,

La oferta de un sentimiento muerto,

El descalabro de un te quiero a destiempo,

El destiempo de un no te quiero.

 

No es que ande en procura de otro amor

Sino que ha perdido el camino.

No es que se desfigure el rostro

Sino que se ha atrincherado en el maquillaje.

No es que se haya puesto en venta

Sino que se contenta con cualquier precio.

No es que sea peor, es que ha renunciado a ser.

 

La prostitución

Es la ideología de la compra/venta

Y, a renglón seguido, del saldo.

La prostitución es la fotografía de lo que se esconde

Porque la vida se ha echado a la suerte.

La prostitución

Es ceder a la solicitud de los extraños

Cuando son ellos quienes tienen las cuentas

Para comprar y vender la necesidad.

 

Gozar no es prostituirse:

Prostituirse es intentar el goce no alcanzable.

Y ese placer del cuerpo

Está escrito

A fuego

En el espíritu.