Por las pizzas... al cielo

Autor: Adolfo Carreto                   

    

     Cada quién emplea su dinero en lo que le apetece, pero algunos casos llaman la atención. Y poderosamente.  Mi me la llamo el caso Thomas Monaghan. Posiblemente el nombre no diga mucho, pero si les cuento que se trata del empresario multimillonario, fundador y dueño de las empresas Domino’s Pizza, la cosa cambia. Monaghan se ha convertido en multimillonario dando de comer a la gente, sobre todo a la juventud, en forma rápida. Los negocios de comida rápida van a tono con el ritmo del tiempo, con la falta del protocolo de una comida formal, con el centro de diversión y con todas esas cosas que encantan a la juventud. Así que, Thomas Monaghan supo poner el dedo en el estómago juvenil y de ahí ahora sus millones.

     Pero no es esto lo que más destaca del personaje de las pizzas. Lo que destaca es su altruismo: quiere alimentar no solamente el cuerpo de los jóvenes sino también su espíritu, y según las normas más esctrictas del pensamiento católico. Creando una universidad católica, de nombre Ave María, para hacer realidad los ideales de la iglesia. No es aventura fácil, sobre todo en estos tiempos en los que pareciera que la religión y su práctica van perdiendo terreno.

     Su novedosa estrategia consiste en integrar la fe y la razón con la excelencia académica, y no cabe la menor duda de que se trata de un excelente propósito en estos tiempos, cuando pareciera que fe y razón, fe y avance científico, fe y hallazgos genéticos, fe y espacio sideral no terminan de darse la mano. 220 millones de dólares ha invertido hasta ahora en el proyecto y se trata nada menos que de la primera universidad católica en cuarenta años en los Estados Unidos.

     No todo son loas para este hombre. Los escépticos pululan, y también quienes lo tildan de fantasioso. Para unos se trata de un “nazi reaccionario” ya que creen que a base de pizzas puede comprar el cielo. De hecho, ha dicho: “Mi última meta es ir al cielo con tanta gente como pueda llevar conmigo”. Para otros se trata de un “liberal sin criterio”. Pues no sé si triunfará en este intento, pero de que el hombre sabe triunfar en los negocios, sabe. Ya tiene en su haber un gran reconocimiento. El de El Vaticano. Ha sido incluido entre los diez católicos más comprometidos “con el seguimiento a Jesús y su mensaje”. Las pizzas logran estos milagros.