Mas lágrimas

Autor: Adolfo Carreto    

     

        No solamente las imágenes de Cristo y de la Virgen lloran en Bolivia, también lo hacen, y por los mismos días, y a raudales, en Australia. Australia no es precisamente geografía de Cristos y de Vírgenes, pero no importa, los Cristos y las Vírgenes están en todas las geografías, allí donde hay creyentes e, inclusive, donde no los hay, para que los haya.

     Pues en Australia, tierra de agua, de islas y de frío, y según cuenta la noticia, “varias estatuas de Jesucristo y de la Virgen María han empezado aparentemente a llorar y a exudar aceite de color rosa, lo que ha llevado a la Iglesia Católica a emprender una investigación”. No les para  menos. Con estas cosas no se puede jugar, y más cuando se mezclan lágrimas de sangre, lágrimas de lágrimas y lágrimas de aceite de color rosa. De ahí que el padre Adrian Farrelly, quien fue designado por la iglesia australiana para investigar el fenómeno, se haya adelantado a aclarar: “Se trata de una cuestión sobre la que hay que actuar con prudencia”. Y en casos así, hay que decirlo, la Iglesia siempre se ha mostrado con mucha cautela, igual que con toda esa cantidad de milagros que se atribuyen a santos y que luego no terminan de prosperar.

     Aparte de estos fenómenos, aparte de su veracidad o no, aparte de la creencia ciega o de la creencia cautelosa ante semejantes sucesos, lo cierto es que la feligresía da fe de ellos en distintas partes del mundo y bajo diferentes circunstancias. El fenómeno social no es igual, ni parecido, en Bolivia y en Australia. En Bolivia cunde la pobreza, en A>Australia al parecer no, o al menos no para asustarse, a pesar de que cualquier rasgo de pobreza sea para asustarse. En Bolivia cunde la desestabilización social, en Australia no. Bolivia por no tener ni tiene mar, Australia es mar por todas partes. Y sin embargo, los acontecimientos no varían mucho y la fe de quienes en ellos creen, menos.

     ¿>De verdad estos signos son mensajes ocultos provenientes de un subconsciente colectivo, mundial, globalizante, que nos indican que el mundo anda a la deriva y que si la paz no prospera es porque la convivencia se deteriora cada vez más?. ¿Cómo habrá que leer estos signos a los que muchos creyentes aceptan como tales, pero que es bastante complicado descifrar?. Porque, una cosa parece cierta para quienes los aceptan: ni los Cristos, ni las Vírgenes, ni esas numerosas estatuas, crucifijos, manteles y rosarios que exudan aceite rosáceo perfumado o lágrimas de verdad, lo hacen por hacerlo. Lo curioso de todo es que ni siquiera la Iglesia puede darle una explicación clara; lo más que dice es actuar con prudencia. Que yo creo es lo que hay que hacer: por delante, siempre, la prudencia.