Los móviles y la fertilidad

Autor: Adolfo Carreto

 

 

Andaba sospechando yo que esto de los móviles o celulares tenía gato encerrado, pero nunca sospeché que esa encerrona estaría en el bolsillo del pantalón. Resulta que, según una investigación realizada por la Universidad de Szeged, en Hungría, el uso de los teléfonos móviles puede reducir hasta en un treinta por ciento la fertilidad masculina. Pues claro que la noticia asusta. Un treinta por ciento es mucha rebaja. El autor de la investigación ha declarado  nada menos que al diario británico The Sunday Times: “Una utilización prolongada de los teléfonos móviles puede tener un efecto negativo en la producción de esperma y en la fertilidad masculina, que deteriora tanto la concentración como la movilidad.

     Pues ya lo sabemos. No es verdad todavía científicamente probada pero la sospecha está sobre el tapete o, si se prefiere, en el lugar donde se coloque el móvil. Antes ya se había dicho que podían atacar al corazón y al cerebro si escondíamos el celular en el bolsillo de la chaqueta. Pues habrá que indagar cual es el lugar más apto porque al ritmo que vamos de las sospechas me temo que habrá que prescindir del aparatito.

     Yo, he de confesarlo, nunca he tenido simpatías por este medio de comunicación, pero no por estar contra la comunicación, que contra eso jamás se podrá estar, sino por estar contra el abuso del uso del aparatito, el cual utilizamos más para amontonar conversaciones insustanciales que para comunicarnos en lo necesario.

     Honestamente, pienso que esta información no va a llegar muy lejos. Los móviles en un tiempo muy corto se han convertido en algo indispensable para estar todo el día hablando. Puede sonar en cualquier sitio y allí estamos, igual da que sea una iglesia, un aula de clase o un momento íntimo. Lo de menos es el lugar; lo peor es que creemos que si no portamos el celular nos encontramos desasistidos, esto es, no estamos en ningún lugar.

     Los celulares ahora han comenzado a atacar al semen, quién lo iba a sospechar, pero les aseguro que ya saldrán otros sesudos estudios que intenten demostrar lo contrario, y es que ya no hay quien para la proliferación de los móviles. Y la industria que los consagra, menos. Aunque creamos que el móvil nos ha dado más estabilidad, pienso que no. Ahora llevamos a cuestas, día y noche, aquí o allá, todo el mundo que antes tenía su espacio y su tiempo. Es decir, que el celular nos ha echado el mundo encima, y este es un peso que a veces resulta difícil soportar.

     Seguiremos con nuestro móvil en el bolsillo, de eso estoy convencido. O le buscaremos algún protector para que nuestra virilidad y nuestros espermas no se vayan a la deriva. ¡Faltaría más!.