Jóvenes 2000 y religión

Autor: Adolfo Carreto      

   

       ¿Creen o no creen los jóvenes españoles?. Un nuevo estudio, publicado recientemente en España, vuelve a levantar ronchas y a ubicar el punto de discusión donde, a mi parecer, no debe ponerse. ¿Qué es más importante, la cantidad o la calidad de la creencia?. ¿Qué más da unos cuanto más o menos, si hay una realidad patente, que nadie pone en entre dicho y que hasta las mismas autoridades jerárquicas reconocen?. La religiosidad entre los jóvenes, principalmente en Europa, ha descendido considerablemente, y es un hecho que los seminarios cierran y los conventos quedan vacíos. Entonces, lo que ocurre, por algo será. Y es precisamente este “por algo será” lo que debe ser tenido en cuenta, seriamente, sin excusas.

     Al fenómeno se le están dando muchísimas explicaciones y se apuntan no pocas causas, casi todas externas a la propia organización eclesiástica. Y a mí me parece, con todos los respetos, que es precisamente por ahí por donde hay que comenzar, por el fenómeno de la credibilidad. La nueva evangelización, para ser realmente nueva, debe de ser, en primer lugar, creíble, lo que implica en primera instancia analizar las causas del por qué la credibilidad en las instituciones religiosas, y la credibilidad en sus representantes, ha ido menguando.

     Dice este estudio de la Fundación Santa María, que dirigen los religiosos marianistas, que el 33 por ciento de los jóvenes españoles, entre los trece y los veinticuatro años, se “declara católico con alguna práctica religiosa”; esto es, católicos a medias, católicos de papel, católicos por tradición, pero hasta ahí. Del resto, nada. Como es tan desolador el resultado, el argumento es que la encuesta carece de validez por no representativa, ya que no se ha encuestado al número suficiente de individuos para que científicamente resulte medianamente creíbles.

     Puede que sea cierto, ya que el rigor para las conclusiones de las encuestas, y para que sean creíbles, debe respetarse. Pero, también me pregunto: ¿qué más tiene, en este caso, unos encuestados de más o de menos, unos porcentajes con punticos más o punticos menos en las cifras?. No creo que los padres marianistas hayan querido engañar, ya que el estudio, titulado “Jóvenes 2000 y religión”, se efectuó no para saber cuántos son sino como son, pero sobre todo, para ver cómo se puede evangelizar a la juventud de otra manera, que es lo que interesa.

     ¡Dios mío!. ¡Cuánto cuesta cambiar el librito!.