Escasez de hijos

Autor: Adolfo Carreto 

    

A las españolas les cuesta mucho tener hijos a pesar de que desearían tenerlos. Esta es la conclusión a que se ha llegado luego de un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas. Lo de tener hijos ya no está de moda, como en un tiempo lo estuvo. Lo de las familias numerosas no solamente ha pasado a la historia sino que parece mal visto por la sociedad. Pareciera que cuantos más hijos se tiene más se le está robando a la sociedad.

     La encuesta ha sido realizada a mujeres españolas entre 20 y 45 años, que son las edades cuando las mujeres parecen decidir su maternidad, y los resultados son estos: un poco más de la mitad de las españolas, el 51,3% , y solamente el diez por ciento tiene tres hijos; la media, por lo tanto, es de 1.7 hijos por mujer.

     Dicen las mujeres españolas que aunque les gustaría tener más hijos se lo impide la falta de dinero y el trabajo, por lo que es sumamente complicado compaginar el ámbito familiar con el ámbito laboral. Así es que la prioridad por los hijos ya no es prioridad. La vida moderna ha impuesto otras obligaciones, la sociedad ha cambiado de rostro y las prioridades están bajo otros parámetros.

     No es España la única nación que sufre esta escasez de niños. Lo verdaderamente dramático es que el mundo se va aviejando y un mundo anciano no parece tener muchas posibilidades.

     Antes la maternidad era un anhelo generalizado, ahora ya no. Lo curioso de todo esto es que son los países más industrializados, donde más riqueza económica existe, tanto a nivel individual como a nivel social, donde más se da este fenómeno de la escasez de nacimientos, de la renuncia a los hijos. Por eso a veces uno duda de esos otros argumentos. La falta de dinero, la necesidad laboral. Habría que indagar también en las mujeres del mundo subdesarrollado si tales argumentos son también valederos para ellas. Me temo que no. Y si es que no habrá que pensar también en el cambio de los valores tradicionales, los cuales han venido cediendo mucho más en la mente de las naciones prósperas que en la de las naciones depauperadas.

     Vamos camino de otro tiempo, ahora solamente estamos entrando en el umbral. Ahora todavía hay bulla por la calle, todavía se ven muchachitos camino del colegio, pero la tendencia va hacia una desertización humana, hacia una especie de deterioro de la ecología humana. Lo cual lleva implícitos otros muchos cambios. De algunos de ellos todavía ni los sospechamos.