El rebelde Drewrman
Autor: Adolfo Carreto    

   

  Este famoso teólogo alemán, Eugen Drewrman, se hizo famoso años atrás por sus debatidos trabajos acerca de los problemas psicológicos que estaba causando a los sacerdotes la moral de la Iglesia, teorías que se han venido fortaleciendo por los famosos escándalos de pederastia y otros abusos sexuales de parte no solamente de clérigos sino también de obispos, igual que del abuso de poder para que no pocas religiosas se hayan plegado a los caprichos libidinosos de sacerdotes. Bueno, ya sabemos todo este tinglado, y quizá sea oportuno divulgarlo cada vez más para que nos inescrupulosos sacerdotes pongan los pies donde deben ponerlos, las manos también, pero sobre todo el sentido de la fe. Los trabajos del teólogo alemán le valieron caer en desgracia ante el Vaticano. Pero él no ha dejado de prender la mecha y continuar echando leña al fuego.

Ahora ha salido con algo que dará mucho que hablar, que hará que no pocos se llevan las manos a la cabeza, que prospere el escándalo. Se trata de una propuesta realizada por Drewrman en Ulm, Alemania, con motivo de celebrarse en esa ciudad el Congreso de Católicos Alemanes. Propuso, ni más ni menos, que el Papa debería durar en el pontificado cinco años, y propuso igualmente que “los párrocos sean elegidos directamente por sus feligreses, los cuales también deberían tener el derecho de retirarlos de sus cargos si no eran dignos”.

La argumentación del teólogo alemán es sencilla. Asegura que “la Iglesia no necesita funcionarios que presuntamente administran e interpretan las verdades eternas sino seres humanos”. Aseguró, además, que “la Iglesia estrangula el pensamiento de sus subordinados con sus exigencias de obediencia ciega. Esa obediencia ciega es anacrónica 200 años después de la ilustración”.

Pues bien, la polémica queda servida. Pero se trata de interrogantes que no deberían ni ofuscarnos y mucho menos escandalizarnos. Lo de la elección papal a mi no me preocupa, y el que su mandato sea temporal y no de por vida, tampoco. Son temas que antes eran prácticamente impronunciables, impensables, pero que hoy día ya están sobre el tapete.

Tampoco me parece ilógico lo de la remoción de los sacerdotes de su parroquia por parte de los feligreses. De hecho, se remueven, pero por parte de la jerarquía. La pregunta es obvia: ¿tienen los feligreses derecho a ser atendidos por quienes lo deseen?. ¿No tienen derecho los feligreses a no ser atendidos por quienes ellos no lo deseen?. El teólogo alemán ha vuelto a encender la mecha, y correrá mucha tinta.