El hombre golpeador

Autor: Adolfo Carreto

          

No se trata de un falso problema de liberación femenina. Esta liberación, como todas las liberaciones, ha tenido y continúa teniendo sus detractores, hombres y mujeres empeñados en marcar las tintas sobre los aspectos negativos de la tan publicitada liberación. La liberación femenina no es más que un aspecto de la liberación humana, de ese innato afán de la persona para que sea respetada tal cual, en sus aspectos esenciales y en sus aspectos sociales.

Tradicionalmente  la mujer, en sociedad, ha sido considerada como un personaje de segunda clase, cuando no más inferior. Y el hombre ha conseguido así crearse un mito, que no es otro que el mito del poder.

El hombre golpeador, que tanto está prodigándose últimamente en España, y en otras partes, ha sido definido como enfermo psicológico, sádico. Pero otros expertos aseguran que este perfil no es más que un truco, una especie de excusa social que ampara la actitud del hombre golpeador contra su víctima. Si es un enfermo psicológico, en cierto sentido deja de ser culpable. Por lo mismo, la situación de la mujer no sufre alteraciones. Lo que implica, a juicio de la experta Cape4llino, que “esta característica favorece los mitos sobre la mujer golpeada y quita responsabilidad al hombre calificado de enfermo”.

De lo que se desprende que existen “enfermedades” creadas intencionalmente y sin ninguna premura en corregirlas, puesto que anularlas vendría a perjudicar al “poder” que con ellas se favorece. El poder machista es el mito de una enfermedad social que funciona a la perfección para la subvención de una diferencia de estatus entre los sexos.

Se ha dicho también que quien más sufre esta situación es la mujer de los países subdesarrollados, y/o la mujer de las capas socioeconómicas más bajas de la sociedad. Sin embargo, hay que precisar que tal desajuste en la condición humana femenina se visualiza con mayor énfasis en estos estratos, pero que no es exclusivamente un problema de desarrollo socioeconómico sino del cultura social: una estructura mental planificada sobre el mito del macho. Y esto se da en todas las sociedades y en todas las capas sociales. Se airean más en unas que en otras, se publicitan más  en éstas que en aquellas, pero en todas subyace ese trasfondo de injusticia, enmarcada en el mito del poder machista o del hombre golpeador.

La violencia es el síndrome de la incomunicación, y el hombre golpeador un subproducto del poder irracional. Un dogmatizante falso mito.