El camino de la cruz

Autor: Adolfo Carreto                

 

 

Van a comenzar las procesiones de Semana Santa por todos los rincones de España y hay tensión en el ambiente. Las Cofradías engalanan los “pasos”, dan los últimos toques a sus atuendos, acicalan las imágenes para que salgan en procesión y pareciera que hoy más que nunca se añade dolor al dolor. Se trata este año de una pasión muy particular, muy a flor de piel, y hay tensión en el cuerpo y en el alma. Hay tensión en el ambiente.
Las Dolorosas muestran vivas sus lágrimas, sus mantos más de luto que nunca, sus poses más quebradas, más achantadas. A los Cristos yacentes pareciera que les costara enmendar su pose resignada de muerte esperando la resurrección. A los cirineos les pesa la cruz mucho más que en otros recorridos, como si les hubiesen abandonado las fuerzas para poder continuar ayudando, aunque sea por obligación. Las santas mujeres deambulan con cantidad de toallas, de sábanas, para enjugar tanto sufrimiento. El Nazareno continúa rodando por el empedrado una, dos, tres, mil veces. A la Verónica le han aparecido en el sudario 202 rostros más. A la Madre Dolorosa se le han multiplicado los hijos crucificados. No, por más que se quiera no es una procesión, unas procesiones tradicionales, no es camino del calvario con todos los pasos finalizados.
¿Con qué dolor surgirán las saetas en esta oportunidad?. ¿Con qué caminar avanzarán los costaleros por esas rutas de un vía crucis distinto?. ¿Con qué brillantez dolorosa lucirán las velas intentando alumbras los rostros de Vírgenes, cristos, apóstoles, soldados, Cirineos, ladrones buenos y menos buenos?. ¿Con qué frescor se mostrarán las rosas y los claveles, el tomillo y el romero, perfumando un dolor que no solamente se refleja en las figuras de los “pasos” sino, y sobre todo, en el alma del feligrés de a pie, del feligrés del balcón o del devoto que nunca se había imaginado una procesión como ésta, como éstas de este daño de dolor en Sevilla, en Córdoba, en Zamora, en Valladolid, en cualquier pueblecito o gran ciudad?
Hay tensión en el ambiente y no es para menos. Este año el vía crucis español comenzó el once de marzo, y el quebranto todavía está muy a flor de piel. El cardenal de Sevilla ve lógico que haya un clima de preocupación, pero ha instado a los sevillanos a que practiquen esta Semana Santa con tranquilidad.
Pues sí, también desde esta orilla intentamos la tranquilidad, ya que aquí hace tiempo estamos anclados en un viernes Santo y anhelamos el sábado de resurrección, de gloria.