Cuando cantar es pecado

Autor: Adolfo Carreto  

 

 

 Me opongo a que cantar sea pecado. No resisto a quienes dogmatizan, en nombre de lo que sea, que bailar también lo es. Sé que hay formas de bailar y formas de cantar que puedan salirse de la norma, si es que tiene que haber normas para estas actividades, pero igualmente hay formas de hablar, y formas de rezar, y formas de caminar, y formas de vestir y hasta formas de reírse que se tornan escandalosas. Así que el asunto parece estar no tanto en lo que se hace cuanto en el cómo se hace. Pero en el caso que nos ocupa, no. En Afganistán está tan mal visto que las mujeres cante y bailen en televisión que hasta la Corte Suprema de esa nación aparentemente liberada, ha protestado porque las actuales autoridades han levantado la prohibición de que las mujeres canten en la televisión estatal, asegurando que tal acción gubernamental “desafía sus mandatos, esto es, los mandatos de la Corte Suprema afgana.

     Por primera vez en mucho tiempo ha aparecido una cantan en la televisión de ese país y ya comenzó de nuevo el fundamentalismo a hacer de las suyas. Ocurre que estos fenómenos siempre son salpicados por la política, así se trata de una sencilla e inofensiva copla, y el hecho de aparecer la mujer cantando fue catalogado como una victoria para el gobierno actual, el cual cuenta con el apoyo de Estados Unidos. ¿Será, acaso, que la Corte Suprema de Afganistán está utilizando el incidente para decirle al nuevo gobierno que ganar una guerra no les da derecho a romper las estrictas leyes islámicas?. “Nos oponemos a que las mujeres canten y bailen, esto va totalmente contra las decisiones de la Corte Suprema y debe ser revertido?

     Pienso que todo esto tiene su intríngulis porque en realidad, la muchacha que cantó, de  nombre Parasto, no lo hizo en vivo, sino que se utilizó un video antiguo; para colmo, la cantante, aunque es muy querida porlos afganos, tampoco vive en el país, lo cual es de comprender si allí la ley dice que cantar es pecado, y cantar sin velo, pecado doble.

     Así andan las cosas por el Afganistán liberado de los Bin Laden y otros demonios terroristas. Lo cierto es que los grupos religiosos conservadores, esto es, la estirpe de los talibanes, son muy poderosos, y allí  religión y política son el único alma de la misma fe. Una fe que no compagina con la fe del Bus de las guerras y de las invasiones. La fe de Bus es de intervención a como dé lugar pero no de arreglar las cosas. La fe de Bus es la fe de la música y las cantantes sin velo, y eso a los talibanes no les va. Y es que cuando se invade para desarticular una forma de creencia es sumamente peligroso. En Afganistán están dándose cuenta.