El interruptor

Autor: Adhemar Cuellar

 

 

Isaías 9,1 “El pueblo  que andaba en la oscuridad vio una gran luz, una luz ha brillado para los que Vivian en tinieblas”.
 
Hoy  ante la oscuridad de la noche, tenemos la energía eléctrica, luz artificial que ilumina todas las ciudades, a veces sucede que cuando hay algún corte de luz en la noche nos toma desprevenidos como sucedió aquella noche del  15 de Agosto del año 2.003  muchos recuerdan, cuando fallaron 21 turbinas que generan Electricidad a mas de 50 Millones de personas en EE.UU. y parte de Canadá, como es de conocimiento general,  la gente quedo en la oscuridad toda la noche, se paralizaron la mayoría de las actividades. La gente tuvo miedo, pánico, desesperación, angustia.
La ausencia de LUZ produjo perdidas económicas según algunos expertos en la materia dicen que "el apagón" produjo una perdida de 5.000 mil millones de dólares otras 10.000 mil millones otros hasta 30.000 mil millones de dólares. (Quien dice más quizás usted) Lo cierto es que la ausencia de LUZ, trajo perdidas materiales.
En la vida espiritual la carencia de Luz divina, (Juan 8,12) el no tomar palabra de Dios como una guía, una "lámpara" para nuestros pasos (Salmo 119,105) hace que millones y millones andemos en tinieblas, andemos en penumbras y oscuridad. Las pérdidas son también enormes:  aumentan los Divorcios, ni que se diga del alcoholismo, hoy los jóvenes empiezan emborracharse desde los 13 años de edad,  pues no hay  el padre de familia que controle a su hijo ya que el  también anda por ahí por los bares y cantinas, embriagándose. Y que tal la  drogadicción que trae dolor, muerte,  llanto sufrimiento,    En general la gente que anda  en tinieblas  esta expuesta a muchos peligros.
Jesucristo no se cansa de  advertirnos para que busquemos la Luz
Ustedes Son de la Luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad nos dice San Pablo en 1 Tesalonicenses 5,5
Un niño estaba con su papa mirando en la Televisión una famosa  serie de dibujos animados, de un momento a otro se apaga el televisor,  el padre del niño  como es de suponer lo primero que hace es ver si había electricidad,  para ello se dirige al interruptor de la luz, y empieza a  moverlo, para arriba para abajo para cerciorarse de que el problema era el corte de energía eléctrica y no una falla del televisor,   luego de revisar el interruptor le dice a su hijo:
El problema no esta en el interruptor, el problema es que se ha ido la luz, esperemos que se restablezca,  y el niño empieza a quejarse  diciendo,  me voy a perder mi serie favorita,  y luego de un rato se le ocurre una idea y dice a su papa:
Papi, papi,   ya tengo la solución al problema, que te parece si cambiamos el INTERRUPTOR,  cambiemos el interruptor papa,  y veras que nuevamente volverá la Luz
Inocente la solución del niño,  pero en ella existe una gran enseñanza: el niño dijo cambiemos el Interruptor para que haya luz,   muchas familias y matrimonios están en la oscuridad,  todos nosotros que quizás no logramos distinguir ver la Luz ,  quizás hemos buscado ayuda donde no debíamos buscarla,  hemos intentado solucionar nuestros problemas con Interruptores diferentes, que nos han ofrecido luces para nuestra vida, pero luego de ello, resulta que apretamos el interruptor equivocado,  que en vez de guiarnos por un camino plano y llano,  nos ha desviado del camino y nos han conducido y arrojado a la oscuridad del abismo,  hoy en día existen muchos y muchos Interruptores que ofrecen luz,  ofrecen solucionar nuestros problemas, nos prometen claridad,  que al final se vuelve oscuridad.
Basta de falsas luces,  a partir de hoy, probemos con  un interruptor diferente,  acerquémonos al interruptor que produce luz infinita,  dejemos que Jesucristo que es  la Luz del Mundo, Jesucristo el que ilumina todas las naciones,  sea nuestro guía, oremos y digamos todos los días el versículo 3 del Salmo 43 que dice: Envía tu luz y tu verdad, para que ellas me enseñen el camino que lleva a tu santo monte, al lugar donde tu vives.
Cuando la oscuridad se aproxime recordemos las palabras de San Juan 8,12 donde Jesús nos dice; Yo soy La Luz del Mundo, el que me sigue tendrá la LUZ que le da vida y nunca andará en la Oscuridad. Amen.