Donde estabas?

Autor: Adhemar Cuellar

 

 

Colosenses 3,17 “ Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de el”
 
Esta puede ser la historia de muchos de nosotros cuando todas las cosas nos salen mal y nos sucede lo que menos pensamos.
Era un día Viernes por la mañana, Carolina se dirigía a su trabajo estaba   cruzando la calle, iba muy distraída y no se dio cuenta de  que venia un auto a una velocidad increíble, e iba directo a impactar con ella, cuando de pronto sucede lo inesperado, Carolina siente como si alguien la agarra por la espalda y la detiene, en los momentos que el auto pasa a dos centímetro de ella,  Carolina mira hacia atrás para ver quien fue el que le salvo la vida, pero no vio a nadie,  que raro dice ella, juraría que alguien me agarro y me detuvo para que no me atropellara el auto.  Carolina siguió caminando pasando junto a un edificio de 30 pisos, cuando nuevamente siente que alguien la toma por la espalda y la jala para atrás, justo en el momento en que caía una piedra de 10 kilos de peso, arrojada desde la terraza del edificio,  Asustada mira el inmenso hoyo que dejo la piedra al caer y dice: de la que me salve, y mira nuevamente buscando quien fue la persona que la agarro por la espalda, la detuvo y la salvo. Pero nuevamente no encontró a nadie. Siguió caminando  y como estaba pasando por el banco se disponía a entrar para pagar un crédito  pendiente, nuevamente siente que una mano la sujeta y la detiene justo en el momento en que salían del banco uno hombres enmascarados y armados que estaban asaltando el banco en ese momento.  La mujer luego que los ladrones se fueron, dijo: de la que me salve, y mira buscando a su ocasional rescatador y no ve a nadie, impaciente por que ya eran tres veces que la salvaba su ocasional guardián, desesperada dice, necesito saber quien es el que me ha salvado,  quien quiera que sea por favor dígame quien es el que me ha salvado.  Y una voz le responde:  Carolina, soy tu ángel de la guarda, soy tu ángel guardián el que te protege todo el tiempo.   Y ella sorprendida dice ¡Aja! Con que eres tu,  y en vez de darle las gracias empieza a reclamarle y le dice como insultándolo:  Descarado, Insolente, traicionero,  DONDE ESTABAs TU CUANDO ME ESTABA CASANDO, donde te metiste ese día que no impediste mi matrimonio, por que no me salvaste ese día.  Traidor…
 
Que parecido a nuestra vida no le parece,   similar a lo que decimos nosotros cuando todo nos sale mal, cuando las cosas no resultan, el negocio que tenemos fracasa, nos echan del trabajo,  nuestros padres nos dan la espalda por que le llegamos con la noticia de que van a ser abuelos, y aun no tenemos la edad o no nos hemos casado, la esposa o el esposo se va de la casa por que se entero de nuestra infidelidad, en fin todo se nos pone cuesta arriba y difícil, ahí nos preguntamos y cuestionamos a Dios, y le decimos, Donde estabas, Que no ves lo que me ha pasado, acaso eres ciego Señor,  No ves lo que me esta pasando,  no tienes oídos, no escuchas todo lo que me hacen,  Dios mió donde estabas, cuando me estaba casando, donde estabas cuando me divorcie, donde estabas cuando me traicionaron, donde estabas cuando me  insultaron, donde estabas cuando me enferme, donde estabas  y las preguntas y los donde estaba Dios nunca terminan,  y que tal si Dios hablara y nos respondiera y nos respondiera, pues estaba esperando que me pidieras ayuda, antes de que tomaras esa decisión tan importante en tu vida, estaba esperando que me consultaras, esperaba que pidas si yo estaba de acuerdo que tu emprendieras ese camino que al final te llevo a la separación y al fracaso, pues también estaba dirá Dios, esperando que pidieras ayuda antes de tomar todas las decisiones importantes de tu vida… y no me tomaste en cuenta en todas tus decisiones.
 
Cuantos dolores de cabeza, cuanto sufrimiento, cuantos pesares y sinsabores en la vida nos evitáramos, si solo por un instante nos detuviéramos, y doblando las rodillas le pidiésemos a Dios un consejo, si humildemente reconociendo nuestra fragilidad humana, tomáramos a Dios en cuenta en todo lo que digamos o  hagamos como nos lo recomienda San Pablo en Colosences 3,17 Pero  resulta que como nosotros somos independientes, por que así nos lo dicen los amigos, así nos aconsejan y nos dicen “tu eres libre” tu puedes solo, tu decides tu futuro tu decides que hacer, tu decides si llegas virgen al matrimonio o no, tu decides si lo tienes al bebe o lo abortas, tu decides en todo sentido, y resulta que como decidimos nosotros ahí estamos cantando aquella canción famosa, y nos gusta repetirla y decir “Tropecé de nuevo con la misma piedra” por que no caemos una vez, ¿caemos dos veces?, ¡No! A nosotros nos gusta caer y volver a equivocarnos.
Si usted ha cometido errores en su vida, si usted quizás  se equivoco, y fruto de ese error, hoy esta preguntándose donde estaba Dios, que no impidió que yo cometiera ese error.  Pues hoy hagamos un alto en nuestra vida, y escuchemos lo que el nos dice en Deuteronomio 30,15 y 19 “ Mira que te he ofrecido en este día el bien y la vida por una parte y por la otra, el mal y la muerte. Lo que hoy te mando es que tú ames a Yahvé, tu Dios, y sigas sus caminos… Que los cielos y la tierra escuchen y recuerden lo que acabo de decir; te puse delante la vida o la muerte, la bendición o la maldición, escoge pues la vida para que vivas tu y tu descendencia”   Queridos hermanos si todos los días antes de tomar las decisiones, recordáramos esta palabra de Dios, si le preguntáramos a Dios y le pidiésemos que nos ayude siempre a escoger el camino del Bien, de la Vida, si tan solo hiciéramos eso disfrutaremos de muchas bendiciones y no solo nosotros nos dice el Señor también nuestra descendencia, pues para terminar yo los invito en el nombre de Jesús a rendirnos y doblegarnos ante el Rey del Universo y mediante esta oración le pidamos que nos ayude.
 
Oremos: Amado Dios, aquí estoy, vuelvo a ti, para darte gracias, por la vida, Gracias por que aun puedo dirigirme a ti y pedirte y suplicarte, me perdones por que no te he tomado en cuenta en mi vida, en todas las desiciones que tome te hice a un lado, y luego de equivocarme aun tengo la osadía de preguntarte, por que no hiciste algo,por que no me ayudaste, siendo que yo fui el que decidí mal, por que creí ser libre, e independiente, Señor reconozco mi error por eso hoy te invito a mi vida, a mi corazón a mi mente para que a partir de hoy me enseñes y me guíes a elegir  y decidirme siempre por el Bien, decidir siempre por el camino que me lleva a la vida y vida eterna, enséñame a elegirte siempre a ti Señor. Gracias, Gloria, honor, poder y Victoria para ti que eres el Rey no hay nadie como tu tan grande y poderoso Señor, Amen.