“El examen espiritual”

Autor: Adhemar Cuellar

sitio web: Mensajes con poder   

 

Pues  todos hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para recibir cada uno lo merecido en la vida presente por sus obras buenas o malas. (2da Corintios 5,10) 

¿Por que llevas esa cara triste? ¿Qué te ha pasado? Pregunta Agustín  a su amigo Tavito,

 -Estoy triste porque hoy no es un buen día para mi,  cuando llegue a mi casa mi papa se va a poner muy mal,

¿Por qué? Vuelve a preguntar  Agustín

 Porque le voy a dar un libro con un final muy triste.

 Entonces no se lo des, aconseja el amigo.

 ! No puedo!  Tengo que dárselo aunque no quiera.

¿Y qué libro es que lo va a poner muy mal? ¿Cuál es el libro con el final triste?

 ! Mi libreta de exámenes!! Mi libreta de calificaciones! responde tristemente Tavito… 

Y a usted mi hermano, en el camino por la vida, o mejor dicho  “en los exámenes de la vida” ¿Cómo le está yendo?  ¿Qué calificaciones está obteniendo?  ¿Cómo marcha su libreta de calificaciones?

Es lamentable ver que muchos vivimos los días, meses y años sin darnos cuenta que estos son determinantes para el resultado final de nuestras calificaciones.

Día a día, año tras año rendimos examen ante nuestro creador, la forma de vida que llevemos, nuestras acciones sean buenas o sean malas,   serán determinantes para aprobar el examen. Según nuestro modo de proceder en esta vida, obtendremos un: “Certificado de vida eterna” o “un certificado de condena eterna”.

Lo cierto es que todos algún día tendremos que comparecer ante el tribunal de Cristo,  se dio cuenta que la escritura dice TODOS,  es decir: gordos y flacos, altos y bajos, pobres y ricos, famosos y desconocidos, ricos y pobres, bonitos y feos, a todos sin excepción nos tocara estar en el tribunal de Cristo. Ese será un momento de expectativa para cada uno de nosotros.  Imagine  la emoción  que tendrá en ese instante, cuando sentado en este tribunal, Jesucristo el Maestro de Maestros se acerque a usted y le entregue el resultado final de sus “exámenes terrenales”.  ¿Qué cara pondrá? ¿Qué reacción tendremos? Unos se pondrán tristes como el niño de la anécdota, los “aplazados”  lloraran, sufrirán, y no soportaran el dolor por la reprobación.  Otros sin embargo saltaran de gozo, en ese momento tendrán la mejor sonrisa de su historia. Los que aprueben el examen de vida espiritual, cantaran la canción:

“Pero que felicidad

 Pero que felicidad

Cantando todo alegre a nuestro Padre Celestial

El gozo que tengo yo, el mundo no me lo dio,

Y como no me lo dio no me lo puede quitar”… 

Los que obtengan el “certificado de vida eterna  gozaran y disfrutaran al recibir el titulo y las llaves que le permitirán entrar en  la “mansión eterna”.  

En este momento dejo de escribir, porque voy a prepararme como Dios manda, para comenzar a dar buenos exámenes, desde este momento voy a esforzarme para tener buenas calificaciones, invertiré tiempo y más tiempo en prepararme para no reprobar el “examen espiritual”. 

¿Y usted que hará?...