“Leche espiritual”

Autor: Adhemar Cuellar

sitio web: Mensajes con poder   

 

Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella crecerán y alcanzaran plenitud (1 Pedro 2,2)

¿Acaso no han probado lo bueno que es el Señor? (1 Pedro 2,3)

Hablando de leche, una noticia del 11 de octubre decía que según estudios recientes concluyen que la leche materna tendría que ser el alimento principal de los seres humanos durante sus cuatro primeros años.

El apóstol Pedro nos exhorta a buscar la leche espiritual,  consumir la leche no adulterada de la palabra de Dios. Si los niños necesitan la leche materna para  alimentarse y crecer,   Los niños espirituales necesitan alimentarse con la Palabra de Dios, para crecer y alcanzar plenitud.

Es triste ver que millones de fieles que se consideran “Cristianos”  se alimentan de Revistas, Internet, Películas, Telenovelas, libros,  alimentan su mente y su corazón con toda clase de literatura pero que lo único que hace esto es entretenerlos y distraerlos y así olvidan   consumir y buscar el verdadero alimento: “LA PALABRA DE DIOS”     

En un tiempo en que la humanidad busca lo extraordinario, buscamos la ficción,  lo fantástico, buscamos  incesantemente vida y poder. Me pregunto ¿Qué hay más poderoso que la palabra de Dios?  Si esta es una espada de dos filos, que tiene vida y poder, espada  que penetra hasta el alma (Hebreos 4,12). La palabra de Dios, llega y penetra donde no lo puede hacer el bisturí de ningún cirujano: al alma, al espíritu, a los pensamientos, a la misma esencia de nuestro ser  

¿Tu alimento espiritual es el adecuado?

¿Estas alimentando tu mente y tu corazón con la Palabra de Dios? 

El único país del mundo en el que nuestra galaxia: la Vía Láctea,  no se conoce con este nombre es China, donde la llaman Vía de la Seda. El motivo reside en que la leche no está incluida en la dieta de sus habitantes.

En nuestra vida de fe, en la “vía láctea espiritual” podemos afirmar que la leche, es decir el alimento de la palabra de Dios no esta incluida en la dieta de millones de “Cristianos”, o si usted lo prefiere  “millones de Católicos”  

Algunos quizás ya  han leído la biblia  y no han encontrado nada llamativo en ella. La palabra de Dios  no ha tocado su corazón, el problema puede estar en que usted no se ha arrepentido, no ha cambiado su dieta, o tiene doble alimento, es decir se está alimentando de la leche del mundo que hace daño, y de la leche espiritual que es salud y vida, esto es similar  a cuando su médico le dice que tiene que dejar de consumir algunos alimentos por que le están haciendo daño, por el contrario tiene que consumir y alimentarse con todo lo que le traerán beneficios para su salud.  Por tanto podemos deducir que  el pecado hace que uno no pueda alimentarse bien, nuestras malas acciones bloquean todas las “vitaminas espirituales” destruyen todos los nutrientes que tienen como objetivo hacernos crecer en gracia y conocimiento de Dios, hasta llegar a la Plenitud. 

¿Acaso no han probado lo bueno que es el Señor? (1 Pedro 2,3), este versículo está escrito a continuación de la invitación a alimentarnos de la palabra de Dios.   Como que este pasaje bíblico también nos quisiera decir: ¿Acaso no has probado el alimento verdadero? ¿Acaso no has probado lo bien que alimenta y nutre  tu vida de fe?

En este día hagamos el propósito de dejar  la leche que está dañando nuestro espíritu, hagamos a un lado el alimento que está retrasando nuestro crecimiento espiritual. Comencemos hoy a tomar del verdadero alimento.  Empiece una nueva dieta, comience una nueva vida,  pida el Espíritu santo y comience a leer la Palabra de Dios, Estoy seguro  que usted comenzara a  descubrir “tesoros valiosos”,  Dios le mostrara las mejores  imágenes que contienen la leche espiritual, Dios le mostrara las  fotografías con todos los ingredientes  de la historia de la Salvación.  Luego usted dirá: ¡Asombroso!  Antes no lo note, y ese versículo siempre estuvo  ahí.

-QUE MARAVILLOSO Es queridos hermanos emocionarse hasta llorar al descubrir el Poder  de la Palabra de Dios.  No pierdas más tiempo, dedica minutos, horas, días y años en conocer lo que todos buscamos: ¡ALIMENTO!, de la Palabra que es vida, alimento  de la Palabra que sana, fortalece, alienta, transforma y Salva. Amen