De un tiempo a esta parte, las
construcciones y edificios se han multiplicado. Todos
quieren construir su casa, algunos de una planta otros de
dos plantas, y también de tres plantas o más. En fin
lo importante es tener una casa donde vivir.
Hablando de casas recordé una
anécdota muy inusual, los detalles a continuación:
-Don constructor se quejaba
por que el huracán “destructor” había pasado por el pueblo en el que
tenía construido un edificio de tres plantas, el huracán había
derrumbado su edificio, El propietario del destruido
edificio se lamentaba en presencia de uno de sus amigos diciendo con
pesar:
-Estoy apenado por haber
perdido este edificio, tanto dinero que me costo, tanto esfuerzo
invertido, este edificio lo construí con el sudor de mi frente…
El amigo interrumpe al afectado diciendo: Ahí está el error dice,
si en vez de construir este edificio con el
sudor de tu frente, lo hubieses construido con cemento tu casa no
se hubiera caído, y termina diciendo otra vez,
como fuiste tan tonto en construir con el sudor de tu frente, si
hubieras usado cemento…
Tu casa espiritual ¿Con
que material la estas construyendo?
Jesucristo nos
da el material para construir la casa que no se
derrumbara:
Si uno escucha estas
palabras mías y las pone en práctica,
dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edifico
su casa sobre roca. Cayo la lluvia, se desbordaron los ríos,
soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la
casa no se derrumbo, por que tenia los cimientos sobre roca.
Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en
práctica: aquí tienen a un tonto que construyo su casa sobre
arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y
se arrojaron contra esa casa: la casa se
derrumbo y todo fue un gran desastre. (Mateo 7,24-27)
Nuestro edificio
espiritual, tiene que ser construido con material indestructible,
El Señor nos muestra que hacer, para que
el edificio no se venga abajo, este tiene que ser
edificado sobre su palabra: “Si uno escucha estas palabras y las
pone en práctica...” (Mt 7,24)
¿Cuanto tiempo de tu vida
estas empleando en escuchar meditar y poner en práctica
la palabra de Dios?
En el transcurso de tu vida,
tu edificio espiritual será atacado por
huracanes de duda, a tu vida llegaran tornados, serás
atacado por los vientos del mal, las tormentas
golpearan tu mansión espiritual, en fin serás atacado
por los peores destructores del alma. Pero si
has utilizado el cemento espiritual que es la
palabra de Cristo, tu vida de fe
no será destruida jamás. ¡Gloria a Dios!
¿Acaso no has probado lo
bueno que es el Señor? (1ra Pedro
2,3)
Si no lo has hecho, este es el
momento de experimentar la bondad y misericordia del mejor constructor.
Empieza a construir sobre el cemento
indestructible de la Palabra de Dios.
Si estás leyendo este mensaje
tienes tiempo de acercarte a Jesucristo, que
es la piedra viva rechazada por muchos. Jesucristo es la piedra angular,
la piedra principal de la casa espiritual, el que
construya su vida sobre esta roca no quedara defraudado, tu vida nunca
será destruida. ¡Aleluya!
Oración:
Señor hoy me dirijo a
ti, por que los vientos y tormentas del mal amenazan
destruir mi vida, ¡Ayúdame! Señor, en este día quiero
empezar a construir sobre la roca indestructible de tu palabra, a partir
de hoy invertiré tiempo escuchando
tu palabra, hago la promesa de poner en práctica, tu
palabra confiado que al hacerlo
la morada espiritual que es mi vida, jamás será destruida.
¡Gracias Señor! Amen