El celular espiritual

Autor: Adhemar Cuellar

sitio web: Mensajes con poder  

 

 

Existe una palabra que en la actualidad los creyentes poco usamos, es un  verbo que tenemos que poner en acción.  ¿Cual será el verbo que menos utilizamos en nuestra vida cristiana?

Este se llama: ORAR

Hablar de orar para algunos resulta  difícil, para otros la oración es algo que ignoran a tal punto, que más de  uno ante la insistencia de orar  responderá como lo hizo un día don Sufrido,  cuando fue a contarle todos sus problemas y sufrimientos al  padrecito este le dijo: ora hijo, ora hijo. Y Don sufrido contesto es las 9 y 30 padrecito.

Orar es hablar con Dios. La Oración es el celular espiritual que nos comunica con nuestro Creador.  En la actualidad tenemos diversos celulares para comunicarnos  con diferentes personas, pero el único medio que nos comunica con nuestro Padre Dios, es la oración.

¿Sabias que existe un celular espiritual?

¿Está utilizando la oración para comunicarte con tu Creador?   

Es importante que todos los días hablemos con Dios.  San pablo  dice que nuestra oración tiene que ser constante: Oren sin cesar (2da Tesalonicenses  5,17):  

 La mayoría se acuerda de rezar solo cuando está pasando por alguna necesidad.

Un día El padrecito visita a don Sufrido para ver cómo le había ido con sus problemas

En casa de don Sufrido, se aprestaban a almorzar  sin hacer la oración de bendición  y gracias por los alimentos. El padrecito pregunta: ¿No rezan antes de comer?

-Antes lo hacíamos, pero ahora  ya no rezamos dice Don Sufrido

-¡Siempre deben de rezar! ¿Por qué ahora no lo hacen? Pregunta el padrecito

-Antes  rezaba y oraba con insistencia para que la comida salga rica, pero desde que mi esposa aprendió a cocinar, pienso que no hay motivo para hacerlo. Explica don Sufrido…

La oración tiene que ser en todo momento. No esperemos estar pasando por necesidad para orar. Algunos de nosotros solo  cuando llegan los problemas   nos acordamos de Dios,  En el momento del sufrimiento, cuando llega la enfermedad  empezamos a clamar por ayuda.

Si estas alegre y feliz: Ora

Si estas triste e infeliz: ora

Si tu familia está unida: ora

Si estas atravesando un divorcio: tienes que rezar

Si tienes trabajo: ora

Si estas sin trabajo: tienes que orar

Si este sano: ora

Si estás enfermo: ora

Oremos, recemos, supliquemos a Dios en todo momento y circunstancia:

“No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así  Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidara sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús. (Filipenses 4,6-7)Amen