La herencia

Autor: Adhemar Cuellar



1ra Pedro 1,3-4
Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Esto nos da una esperanza viva,  y hará que ustedes reciban la herencia que Dios les tiene guardada en el cielo, la cual no puede destruirse, ni mancharse, ni marchitarse.  
 
Te suena familiar la palabra herencia
Cuando una persona muere, los familiares  se disponen a repartir y dividir los bienes materiales del difunto.
 
Un día Tacañin, se encuentra con su amigo Ricachon,  el cual estaba muy triste:
-¿Por qué estas triste? Pregunta Tacañin
Ricachon con voz entrecortada responde:
-Es que hace tres meses se murió un tío, y el pobre me dejo una herencia 100.000 Dólares.
Tacañin, anima a su amigo diciendo:
-Arriba ese animo Ricachon, por lo menos heredaste 100.000 dólares.
Y Ricachon continúa tristemente su relato hereditario:
-Estoy triste por que hace dos meses murió una tía  y también me dejo 100.000 dólares de herencia.
Tacañin, entonces dice a su amigo:
-Entiendo ¿Estas triste por la muerte de tus seres queridos?
Rápidamente, Ricachon  con voz fuerte responde:
-¡NO!,  No estoy triste por eso, el motivo de mi tristeza es  que ya estamos terminando un nuevo mes, y aun no se ha muerto ningún familiar, por tanto no puedo seguir recibiendo mas herencia…
 
Es posible  que algún día también nosotros recibamos alguna herencia, algún bien material, algún dinero de nuestros familiares.
El defecto de la herencia material, el gran defecto del dinero y los bienes es que algún día, se acabaran, todo lo material tiene fin, es corruptible.
 
Sin embargo, para que no estés triste,  la Buena Nueva , La Buena Noticia , es que por misericordia de Dios, por la muerte y victoria de Cristo en la Cruz , por la resurrección de Jesucristo dice la escritura (1ra Pedro 3-4) que tenemos una esperanza viva,  que hará que todos nosotros recibamos una herencia que  Dios tiene guardada en el cielo, la cual no puede destruirse, no puede mancharse, no puede marchitarse, no puede destruirse, esta herencia nunca se acabara por que   esta herencia es la herencia  de la vida eterna. ¡Gloria a Dios!
 
Parece increíble, pero es muy cierto,  todos nosotros  recibimos un anticipo de esa herencia: 
Efesios 1, 13  “Gracias a Cristo, también ustedes que oyeron el mensaje de la verdad, la buena noticia de su salvación, y abrazaron la fe, fueron sellados como propiedad de Dios con el Espíritu Santo que él había prometido.
 
Que gran alegría, somos propiedad de Dios,  por que hemos sido sellados con el Espíritu Santo, el cual   nos garantiza  la herencia eterna
 Efesios 1,14 Este Espíritu es el anticipo que nos garantiza la herencia que Dios nos ha de dar”
 
 
El Espíritu Santo que es el anticipo de nuestra herencia eterna, es el "dulce huésped del alma", y  tiene  siete dones, para regalarnos que  son necesarios para vivir de verdad como cristianos:
 
    - El don de sabiduría, que nos hace saborear las cosas de Dios.
    - El don de entendimiento, que nos ayuda a entender mejor las verdades de nuestra fe.
    - El don de consejo, que nos ayuda a saber lo que Dios quiere de nosotros y de los demás.
    - El don de fortaleza, que nos da fuerzas y valor para hacer las cosas que Dios quiere.
    - El don de ciencia, que nos enseña cuáles son las cosas que nos ayudan a caminar hacia dios.
    - El don de piedad, con el que amamos más y mejor a Dios y al prójimo.
    - El don de temor de Dios, que nos ayuda a no ofender a Dios cuando flaquee nuestro amor.
 
¡Adelante! Hermanos, Pidamos a Dios un anticipo de esta herencia.
Pidamos que  Dios    derrame una nueva efusión del Espíritu Santo, que avive en nosotros la llama  el fuego y el poder del Espíritu
Oremos diciéndole:
 "Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor".
    - "Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz" Amen.