El segundo tiempo
Autor: Adhemar Cuellar
Analizando y haciendo un balance de su vida estaba nuestro hermano, de nombre “Derrotado”.El cual contaba todas las cosas buenas, las cosas positivas, sumaba las victorias y triunfos a lo largo de su vida, en total llego a contar 6. Luego empezó a enumerar y contar lo negativo, las cosas malas que le sucedieron, empezó a contar y contar todos los desengaños, tristezas, fracasos y derrotas acumuladas en sus 33 años de vida, llegaron las doce de la medianoche y nuestro hermano “Derrotado” logro contar mas de 6666 derrotas y desengaños a lo largo de su vida.Cansado de tanto contar sus derrotas, decide disponerse a dormir, pensando y pensando en sus fracasos, se duerme y tiene el siguiente sueño:El sueña que era un jugador de fútbol, y que su equipo estaba jugando la final del campeonato, su equipo estaba perdiendo por goleada, el marcador al término del primer tiempo estaba 6 a 0. A favor del equipo contrarioTodo el equipo se sentía frustrado, triste, las caras amargadas por la inminente derrota:Uno de los jugadores se quejaba y decía:¿Como nos van ha hacer tantos goles?Otro decía:Estamos perdidos la Victoria , el triunfo y el trofeo es de ellos.Y nuestro hermano Derrotado, peor aun se quejaba diciendo:Mejor no sigamos jugando, total ya estamos perdidos, es mejor quedar 6 a 0 a que nos sigan haciendo más goles.En todos estos llantos y lamentos entra en escena el entrenador del equipo y con voz alentadora y palabras de ánimo dice:¡Calma! ¡Calma! Muchachos, es cierto que estamos perdiendo, pero no se olviden que aun nos queda la mitad el encuentro, estamos perdiendo, pero aun nos falta jugar el “Segundo Tiempo” del partido. En este segundo tiempo todo puede suceder…**************************Apreciados hermanos, nuestra vida puede estar también en similares condiciones, si hacemos un balance, pueda ser que mas sean nuestros fracasos y derrotas, debido a ello, estamos, cansados, enfermos, deprimidos, angustiados, y sin deseos de seguir adelante por que todo nos ha salido mal en la vida, a veces por nuestros errores y malas decisiones, estamos derrotados por haber confiado en aquellas personas que luego nos dieron la espalda, nos traicionaron, y aquí estamos en este momento, “amargados y derrotados”,Contando nuestros fracasos, unidos a nuestros fracasos y atrapados en nuestros fracasos.Quizás estés resignado a terminar tu vida como un “Derrotado”, pero no tiene por que ser así, hay una buena noticia, hay una gran noticia, tanto para ti, como para muchos de nosotros, pues a pesar de que en estos momentos estamos perdiendo por goleada, ¡aun estamos vivos!, ¡aun tenemos tiempo!, aun nos queda por jugar, por vivir el Segundo tiempo de nuestra vida.¿Como podemos vencer? ¿Cómo salir victoriosos?Para terminar, les comparto uno de los Secretos del Apóstol Pablo, meditemos en esto todos los días, para salir adelante y vencer este juego de la vida.Filipenses 3,13-14 “Hermanos no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado,, lo que si hago es olvidarme de lo que queda atrás, y esforzarme por alcanzar lo que esta adelante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús”Para salir victoriosos se necesitan dos cosas1.- OLVIDAR EL PASADO.- Para ello debemos buscar, conocer a Cristo, y unirnos a el, pues la escritura así lo afirma “El que esta unido a Cristo es una nueva persona, las cosas viejas pasaron, se convirtieron en algo nuevo” (2da Corintios 5,17)2.- MIRAR HACIA DELANTE.- San Pablo nos enseña que para triunfar y vencer tenemos que mirar y soñar con el premio celestial, cada día de nuestra vida, debe transcurrir en un constante esfuerzo por alcanzar la meta, alcanzar el Trofeo, el Premio de la Vida Eterna , cada día debemos tener fijada nuestra mirada en Jesucristo.Si miramos y seguimos a Jesucristo, nos olvidaremos de todas nuestras derrotas y todo nuestro pasado quedara olvidado y al ser sustituido por el futuro, podremos obtener el triunfo, el premio, el regalo y el trofeo de la vida eterna.Adelante hermano, Animo, ¡Levántate!, no mas derrotas en el juego de tu vida, aun te queda: ¡El Segundo tiempo por jugar!... Amen