¿Alumno o MAESTRO?

Autor: Adhemar Cuellar

 

 

“Lo que has oído decir delante de muchos testigos, encárgaselo a hombres de confianza que sean capaces de enseñárselo a otros” 2da Timoteo 2,2. 


Un estudiante estaba teniendo problemas con sus estudios, por lo que decidió finalmente hablar con su profesor. El estudiante se quejaba diciendo: 

“Estoy estudiando mucho, hago lo mejor que puedo, pero sencillamente no puedo retener lo que leo ni lo que trato de memorizar. ¿Cree usted que sería conveniente que contratase a un tutor?. 

Comprendiendo claramente el problema del joven, el instructor contestó: 

“No, yo no te recomendaría eso en absoluto. No necesitas un maestro, ¡lo que tu necesitas es un alumno!. El maestro sabía que el aprendizaje aumenta cuando compartimos nuestro conocimiento con otros. 

El consejo de este profesor me recuerda a muchos católicos que asisten a la misa todos los domingos, escuchan la palabra de Dios, (1ra,2da lectura, el evangelio) a veces la homilía, nos parece fascinante, impresionante, decimos:

“ de veras que estaba inspirado el “padrecito”, pero parece que todo queda en la emoción; nos olvidamos rápido del mensaje, no aprendemos. Cual será el problema? 

El problema es que nos olvidamos, por que no compartimos lo que aprendemos,

¡Nunca hacemos nada con la información que obtenemos !. Hoy Lo que necesitamos no es aprender más, no es escuchar y escuchar solamente. Lo que nosotros necesitamos como miembros de la iglesia de Cristo es pasar a otros lo que hemos aprendido. (2da Timoteo 2,2)


¿Y tú? ¿Hablas con los demás acerca de Jesús, compartes su palabra, sus enseñanzas, las homilías de la misa, las historias, cuentos, ejemplos que escuchas en la misa, grupos de oración, conferencias, ? 

Si no lo haces, es hora de que dejes de ser ALUMNO y comiences a ser MAESTRO. 


“Ciertamente la cosecha es mucha, pero los trabajadores son pocos. Por eso, pidan ustedes al dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla.” Jesús en San Mateo 9,37-38