¡Vivir siempre alegres!

Autor: Padre Tomás Rodriguez

 

Esto no es ningún slogan publicitario con el que queremos engañar a algunas personas, es una recomendación de San Pablo dirigida a los cristianos de Tesalónica y se la razona: “Estad siempre alegres, orad constantemente, dad gracias en toda circunstancia, porque esto quiere Dios de vosotros como cristianos” (1 Tes. 5, 17-17).

En estos versículos San Pablo pone una razón muy seria, la condición de cristianos, esta misma razón nos sirve para nosotros, ya que estamos en la misma circunstancia.

La condición de cristianos no es algo accidental en  nuestra vida, sino que ha pasado a ser algo imprescindible, y que no anula nuestra condición humana, sino que la perfecciona y orienta; por eso nosotros tenemos un motivo serio para estar alegres. ¡Cuán lejos está la verdadera felicidad de aquellos cristianos que no se esfuerzan en vivir como tales! Nuestra alegría tendrá que ser siempre cristiana como es actualmente nuestra condición humana.

El Apóstol pone tres actividades unidas entre sí y complementarias para todo cristiano: Alegría-oración-acción de gracias. Las tres van unidad y el separar una de las otras es matarla, ya que la alegría cristiana se tonifica con la oración, de ella saca la energía suficiente para vivir la alegría.

La alegría no podemos separarla de la acción de gracias, ya que ésta es una clase de oración que va con ella muy en consonancia, pues, si una está feliz y contento, y sabe que esa fuete de auténtica felicidad le viene de Dios, lógico es que sea agradecido por ese bien, así demuestra el aprecio y estima en que tiene la verdadera alegría, al mismo tiempo que le pide ayuda, para que no la pierda.

¡Lejos del cristiano la tristeza! Tenemos el derecho y la obligación de ser alegres, cuando vivimos como cristianos.

No podemos estar tristes al rezar, ni podemos vivir tristes, porque somos cristianos y como tales debemos vivir, con alegría.