Nadie compra la alegria

Autor: Padre Tomás Rodriguez

 

ü Todo lo que se compra con dinero es de poco valor.

ü Los grandes valores se conquistan, se consiguen, pero no se  compran, por ejemplo, la sinceridad, la amistad.

ü La alegría radica en el corazón, ya que es el fruto del amor, por eso no se conseguirá con dinero, sino con el desprendimiento de nosotros mismos.

ü Con dinero podemos comprar placer, pero no la alegría.

ü Con dinero podemos conseguir rodearnos de cosas, pero no del fruto del amor.

ü Con dinero podemos alcanzar un puesto en la sociedad, pero no llegar a plantar en nuestro interior la paz, tranquilidad, alegría.

ü Con dinero podemos visitar países, pero no entrar en el interior de la cámara del amor.

ü Con dinero podemos seducir, pero no amar.

ü Con dinero podemos atiborrarnos de cosas, pero no librarnos de nuestras esclavitudes interiores que obstaculizan una verdadera libertad de la que emana la auténtica alegría.

ü Con dinero se realizan empresas, con amor se da vida a lo que hacemos.

ü Con dinero podemos corromper  a las personas, pero no engañar a Dios, fuente de la verdadera alegría.

ü Con dinero podemos hacer esclavos, pero no conseguir amigos.

ü El que sólo tienen dinero es muy pobre.

ü Si alguien quiere comprar la alegría, la adultera, pues, el dinero corrompe el amor y sus derivados, como es la alegría.