Alegría en vacaciones?

Autor: Padre Tomás Rodriguez

 

Parece una pregunta insulza, peor no lo es  ya que lo que a simple vista parece que tiene que ser una realidad, en una sana lógica no debería ser.

¿Alegría en vacaciones? Sí, pero no.

 

Si, porque si consideramos la alegría como virtud cristiana, nosotros no podemos prescindir de ella en las vacaciones, ya que nuestra condición de cristianos no es algo accidental, superfluo, sino que nos es esencial por nuestra condición de bautizados y de ello no podemos prescindir; sino que tiene que orientar toda nuestra vida convirtiendo la actividad de humana en cristiana.

 

¿Alegría en vacaciones? Sí,  porque lo que vivimos por convencimiento se tiene que notar  a nuestro alrededor y así nuestro apostolado se ejerce de una manera natural con una influencia positiva en todos aquellos que nos tratan.

 

¿Alegría en vacaciones? Sí, pero no sólo, ya que nuestra condición cristiana nos da derecho a disfrutar de la alegría en todos los momentos y en todas las circunstancias: En el trabajo y en el descanso, en la salud y en la enfermedad, de niño y de mayor. La alegría tiene que ser siempre notoria, aunque no lo pretenda quien la disfruta, pues, su vivencia le delata.

¿Alegría en vacaciones? Sí, pero no sólo en vacaciones, sino también en el trabajo, en la vida ordinaria, en le quehacer cotidiano, pues, de lo contrario pocos tendrían derecho a disfrutarla y se convertiría en monopolio  de un grupo de privilegiados.

 

Adulterada será la alegría de aquellos que sólo disfrutan en vacaciones y no saben descubrir el valor de la vida ordinaria y convertir los pequeños sinsabores en fuente de verdadera alegría.

 

¡Qué pocos tendrían la alegría, si sólo se pudiera disfrutar en vacaciones!

¡Qué estupendo es poder estar alegre durante toda nuestra vida e incluso en vacaciones para de esta manera poder disfrutarlas plenamente!.

 

 

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