Navidad

Autor: Rosa Martha Abascal de Arton

 

Al Amar a una persona, Amarla con mayúsculas, descubrirás la profundidad, la grandeza y el fundamento de cada ser humano

 

¿Por qué amamos a alguien? ¿Por qué somos capaces de amar? ¿Para qué amamos y somos amados?

 

Podemos irnos a teorías antropológicas, psicológicas y sociológicas muy intrincadas y complicadas, pero la raíz de la respuesta a las tres preguntas anteriores, es muy simple, muy sencilla y maravillosa a la vez, tanto, que hay quien no la acepta.

 

El fundamento de la dignidad de cada persona, desde el instante mismo de la concepción y hasta la muerte natural, el cimiento del Amor con mayúsculas que lleva a dar, a servir, olvidándose de uno mismo para volcarse en los demás sin esperar nada a cambio es Dios.

 

Dios, creador y Padre de todos los hombres, de todas las mujeres, de todo el género humano, nos creó a su imagen y semejanza, nos ama y nos cuida y protege como Padre que es, y por si fuera poco, nació y murió por nosotros.

 

Así, con un mismo Padre, Dios, todas las personas de buena voluntad, sabemos que somos hermanos, hijos de un mismo Señor, del mismo Dios.

 

De esta manera Amar es un imperativo, Amar a quienes nos rodean y a quienes no, a nuestra familia, amigos, compañeros, pero también a aquel mendigo que pide una moneda, al neurótico que se nos cerró en el coche, a la cajera que buscó tranzarnos, a aquel jefe que nos hace la vida de cuadritos.

 

¿Cómo amar a esa gente que no “conocemos” y nos hace daño? Recuerda que son tus hermanos, hermanos en Cristo que es nuestro Padre. Además, amar no significa sentir bonito, no es abrazar, besar, apapachar y decir cosas lindas.

 

Amar es servir, es dar, es buscar el bien ser y bien estar del ser amado. Amar a esa cajera, al mendigo, al neurótico, al jefe, es darles una sonrisa, es servirlos en lo que puedas, es decir una frase amable, es tener un detalle que cambie la perspectiva de su vida… amar es dar, es darTE.

 

¿Por qué eres capaz de Amar? Porque eres hijo de Dios, y porque Dios es El Amor, por lo tanto, solo en Dios, eres capaz de Amar. Si no es en El, cualquier otro sentimiento que tengas, será efímero y hasta dañino: pasión, enamoramiento, sentimentalismo, emoción, ternura, o tal vez sea solo querer… pero Amor, solo se da en Dios en Tu Padre Dios que te comunica como Hijo suyo, ese Amor, para que Tu seas Su instrumento en la sociedad en la que vives, para iluminarla con Su luz.

 

¿Para que amas? Si el Amor es Dios, y todo Amor viene de Dios, solo puedes Amar para acercar a Dios a quien Amas, no hay otra manera de Amar. Ese Amor, con esa trascendencia, no tiene fin, no tiene límites y conforme crezca y se consolide, acercará más a los que se aman a Dios.

 

Así un matrimonio que realmente se Ama, necesariamente se acercará a Dios, unos amigos que se Aman, estarán en la presencia de Dios siempre y más que nunca, unos padres que amen a sus hijos, buscarán que conozcan y estén cerca de la Verdad, el Camino y la Vida: Dios.

 

Así, reafirmamos que el fundamento de todas y cada una de las personas es Dios, todos somos hermanos por tener un mismo Padre y solo a través de Dios somos capaces de Amar

 

Yo te pregunto, ¿no es el signo del Amor más grande la encarnación de Cristo, su pasión, muerte y resurrección?... no hay Amor más grande que el de aquel que da la vida por sus Amigos.

 

¿Por quien  o por que causa estás dispuesto a dar Tu vida? ¿Amas? ¿Te das cuenta de la trascendencia del Amor?

 

Dar la vida, no es solamente morir físicamente, es morir a tus egoísmos, a tus pasiones, a tus sentimentalismos, a tus perspectivas, para volcarte en las necesidades, en los sentimientos, en las visiones, en las vidas de quienes te rodean. Diariamente puedes estar dando la vida por aquellos a quienes Amas, por tu Dios, por tu Patria, por tu gente.

 

Jesús Niño, cuyo nacimiento estamos a punto de conmemorar, te Ama tanto, nos Ama tanto, que dio su vida por todos y cada uno de los seres humanos. El es el AMOR, el modelo del Amor y el fin del Amor.

 

Que esta Navidad realmente sea una Navidad de Amor, de servicio, de entrega, de dación, lucha, detalles, sonrisas, sacrificio, generosidad, pues se tiene más placer en dar que en recibir, porque al DAR , no damos solo lo material, estamos de alguna manera dando VIDA , fuerza, fe, ánimo y esperanza. Así de grande es el poder y la fuerza del Amor.

 

Que nuestro Padre Dios, sea tu modelo de Amor ésta Navidad que está por llegar.


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