¿Y todavía pides milagros?

Autor: Rosa Martha Abascal de Arton

 

“Solo pido un milagro para creer que Dios existe”, “solo le pido a Dios un milagro”… escuché esta frase y la verdad es que yo misma ha habido veces que pido milagros, pero reflexionando y analizando el mundo que nos rodea pensé: solo un milagro…

Esa flor que se va abriendo poco a poco a la vida, delicada, con una fragancia sutil, con una belleza inigualable, con la presencia que adorna y alegra la vida, ¿no es acaso un milagro?

Ese paisaje inmenso, indescriptible, el mar gigantesco, imponente, sublime, que transmite la sensación de lo inalcanzable y a la vez de paz y tranquilidad, que alberga a millones de seres vivos y alimenta al ser humano, ¿no es también un milagro?

Y esa unión entre dos células, un óvulo y un espermatozoide, para dar lugar a un ser humano diferente, autónomo, libre, responsable, con capacidad y habilidad propias, capaz de amar, de servir para ser feliz, ¿no es ese el mayor milagro?

Y que decir de ese sentimiento, es estado del alma que da sentido a la vida de cualquier ser humano: el amor, que se manifiesta en la familia, los amigos, la Patria y por supuesto Dios, ¿no es un milagro patente?

Y la amistad, la comunión de almas, la capacidad del ser humano de ser “un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas”, llevando a la persona a ser capaz de la mayor de las heroicidades: negarse a su mismo por el bien de otro… ¿no es un milagro palpable?

Y la puesta del sol, iluminando el orbe en tonos rojizos, en una perfecta sintonía con el universo, las estrellas, la luna, símbolos de infinito y de eternidad, ¿no son milagros vivientes?

Y la sonrisa que te alumbra, que te da esperanza e ilusión, que te devuelve la fe y te muestra una salida, que te hace sentir amado y comprendido, ¿no es un milagro de amor?

Y la palabra adecuada, en el momento adecuado, con el concepto adecuado, de la persona adecuada, que hacen que tu vida tome un rumbo diferente, un sentido trascendente y una visión de largo plazo, ¿no es un milagro in valuable?

¿Y que me dices de cómo crece un niño? El verlo recién nacido, chiquito, indefenso, como va madurando, fortaleciéndose, creciendo en edad, saber y gobierno, aprendiendo para ser responsable y así poder ser libre, ¿no es un milagro trascendente?

Y ver a seres humanos con capacidades diferentes, minusválidos, luchando por la vida, dando lecciones de amor y de esfuerzo y de fortaleza, venciendo el dolor y las limitaciones ¿Qué milagro más ilustrativo quieres?

Y la paz, la alegría, la tranquilidad, la trascendencia que tienes cuando te decides por unos momentos a hablar con tu Creador, pidiéndole ayuda, fe, esperanza y amor, esos signos que El te da a través de tu vida, de diferentes maneras ¿Quieres un milagro más patente?

Y esa brisa, ese pájaro, ese árbol, ese murmullo, ese órden perfecto, esa mirada, ese abrazo, esa comunión de ideales, esa idea compartida, esa meta común, esa solidaridad humana, ¿no es todo ello un milagro, cada uno un milagro?

Pero el milagro más palpable y más valioso, se llama LIBERTAD, esa capacidad que Dios nos dio de elegir entre dos bienes el mejor. El, sabiendo todo, podría predeterminarnos o predestinarnos a actuar de una u otra manera, sin embargo, nos ama tanto, que nos da la capacidad por excelencia, confiado e que la usaremos con sabiduría y responsabilidad. Ese es el mayor milagro de tu vida: TU LIBERTAD.

¿Y pedimos milagros? ¿Nos atrevemos a pedir signos sobrenaturales para creer en Dios? Vivimos rodeados de ellos. Más allá de la filosofía y la teología, que te pueden demostrar que Dios existe, lo cotidiano, tu mismo ser, la naturaleza te grita a cada instante: Dios existe y Dios te ama.

Tu responsabilidad es hacer del milagro de la libertad una obra de arte, un ejemplo de vida que sea a su vez un milagro en la vida de quienes te rodean.

Tienes la obligación de ser milagro de amor, milagro de comprensión, milagro de respeto, milagro de servicio, milagro de congruencia, milagro de vida, milagro de alegría, milagro de compasión, milagro de paz, milagro de responsabilidad, milagro de libertad plena, milagro de Amor para todos y cada uno.

Tu eres un milagro viviente, pues el hecho que vivas, el hecho de que tu cuerpo funcione con la perfección y la complejidad con la que lo hace es un milagro, el hecho de que pienses deduzcas, sientas, todo eso es un milagro.

Asume el reto de ser un instrumento de Dios y como frutos, da milagros que confirmen el sentido de tu vida y produzcan milagros de amor en la vida de quienes te rodean.

Da gracias por el milagro de tu propia vida ejerciendo tu libertad con respeto, servicio, pero sobre todo con Amor hacia todos los que te rodean