Vive, atrévete, comprométete e influye

Autor: Rosa Martha Abascal de Arton

 

En yoinfluyo.com proponemos un compromiso trascendente con nosotros mismos, con nuestros valores como personas, como nación, para influir realmente en la consolidación de nuestra Patria.

¿Compromiso? Hoy, esta palabra está pasada de moda, “out”. Una gran cantidad de anuncios promueven la cultura “light” por medio de la cual “se vive la vida sin consecuencias”, sin compromisos... Al negar el ser humano el compromiso, se está negando a si mismo pues cada persona es fruto de un compromiso de su madre con la vida, consigo misma y con el.

La persona cuya meta es SER más y mejor, adquiere compromisos, no solamente con su familia, con sus valores, con su trabajo, sino que busca dar y darse a los amigos, a la sociedad, a la Patria, a su fe, acercándose así a la plena vivencia de la solidaridad.

El ser humano, comprometido dedica su vida por un servicio permanente a la verdad en un doble sentido:

a. Conocer la verdad y defenderla intelectual y activamente aun cuando haya obstáculos, riesgo y oscuridad

b. Vivir conforme a la verdad que es el reto más sublime de congruencia, aunque duela el alma logrando acercarse a la meta de todo ser humano: la felicidad trascendente y espiritual.

La persona tiene dos maneras de actuar:

a. Visión de corto plazo, dirigido al éxito temporal, a lo sensible, al hacer antes que ser, a sentirse dueños de la vida, a renunciar a los valores por dinero, poder y placer

b. Visión de largo plazo, dirigido al testimonio duradero, a ser para poder hacer, a ser pinceles en manos del Creador, aun cuando no comprenda los porques de la vida, a renunciar al poder, dinero y placer por servir y amar hasta que duela para trascender.

El ser humano, debe actuar sin activismo, actuar por voluntad y compromiso consciente, tomar decisiones en una vida solidaria, creando redes solidarias, logrando que otros se comprometan, hacer estudios, artículos, análisis, para mover y moverse a la acción, a logros concretos, es crear nuevas formas de hacer política, de influir, de hacer que cada ser humano sea un protagonista de su vida personal y social

El primer deber de toda persona es comprometer su vida con acciones, valores o planes conforme a su vocación. Compromiso y vocación van de la mano, cada ser humano tiene una vocación espiritual, familiar, social, política, sentimental, que debe sublimar y realizar con el compromiso de su vida misma, yendo más allá de lo que otros esperan de el, de lo que el mismo espera de si mismo. La vocación es la respuesta primordial al llamado personal a través de respuestas y acciones concretas que nos llevan a realizar esa vocación en plenitud como respuesta a Dios, a si mismo, a los otros, al mundo.

La educación impartida tanto en la escuela como en la sociedad, no prepara para el compromiso. Todo se reduce a un conocimiento enciclopédico que no se pone en práctica, no se cultiva el auténtico amor a los demás, se promueven tabúes que aíslan a las personas, no se promueve el servicio, la amistad como fruto supremo de donación, la paciencia, la prudencia, la fortaleza, la templanza como bases insustituibles del compromiso, no se enseña la trascendencia de los valores, de los amigos, de la familia, la Patria... simplemente cada quien rema para su lado y el servir, el comprometerse es algo “out”.

El compromiso y por lo tanto la acción implican evitar confrontación y polarización, se requiere valentía para no caer ni en el eclecticismo, el idealismo o la dialéctica, se requiere un auténtico compromiso con la verdad, la justicia, la solidaridad, y la subsidiariedad.

El compromiso con la amistad, hoy tan pisoteado, el compromiso con la familia, tan vanalizado, con la sociedad, con la Patria, con la fe, requiere de evitar esos extremos de la vieja militancia que suponía una “entrega” tal a la misión que no debía haber tiempo para nada, ni para una charla, ni para un abrazo o una ternura, porque era quitarle tiempo al trabajo. Hoy esa vieja militancia ya no trabaja ya no lucha, está agotada. Hoy, el reto es armonizar todos los ámbitos de la vida, todas las relaciones, y los afectos, logrando una transformación social y personal armónica y sólida, lo cual implica momentos de descanso, de ternura, de amistad, de compartir.

La acción comprometida debe constar a su vez de tres ámbitos coordinados:

a. Acción política, buscando las formas más justas de convivencia, participación de la sociedad, leyes que reflejen valores, solidaridad...

b. Acción profética, forzar a la acción personal y colectiva más allá de lo establecido, promoviendo la denuncia de injusticias para remediarlas, emitiendo valoraciones para ayudar a ver con objetividad la realidad

c. Acción contemplativa, que da sentido a la realidad, medita, reza, ayuda a fortalecer el espíritu propio y de otros para poder tener una acción profética y política fructífera. Pues lo espiritual es eminentemente real.

Así, toda acción estará a su vez alimentada por una mística, por el conjunto de valores pasiones, convicciones que mueven a un ser humano a actuar de tal manera que la acción se convierte solo en un medio para rescatar los valores, la dignidad humana, la solidaridad y así la acción no es activismo, no es un fin en si mismo, sino el medio para lograr una transformación de vida personal, social, mundial. De esta forma, vocación y compromiso están ligadas por la mística: “mística comprometida es cuando se vive para la solidaridad, mística cosmética es cuando se vive de la solidaridad” (Luis A. Aranguren Gonzalo)

El ejemplo arrastra, el equipo de YO INFLUYO, ha sido arrastrado por la congruencia, la pasión, el compromiso y el amor a México de nuestro Director General Adjunto Fernando Sánchez Argomedo. La batalla por sus ideales, por sus valores, por su familia, por sus amigos, su entrega incondicional a la lucha por lo que cree, su visión de largo plazo, a costa de su propia vida, nos ha arrastrado a todos a seguir este camino. Ahora, nosotros, el equipo de YO INFLUYO, queremos que ese compromiso se extienda a toda la sociedad mexicana, a todos los niveles, en todos los ámbitos de la vida.

Por eso en yoinfluyo.com proponemos un compromiso trascendente con nosotros mismos, con nuestros valores como personas, como nación, para influir realmente en la consolidación de nuestra Patria. Te invitamos a comprometerte para influir, para ser una mejor persona, para ser un mejor ciudadano, participando, influyendo en acciones, en campañas que hacen que tu voz se oiga, y unidos configuremos el México Nuevo que queremos vivir y heredarles a nuestros hijos. ¡¡¡Vive, atrévete, comprometete e influye ya!!!.