Pensar con rectitud, amar con pasión, actuar con heroísmo 

Autor: Rosa Martha Abascal de Arton

 

La persona con fortaleza vive como si cada día fuera el último de su vida, y procura hacer todo lo mejor posible.

En el hermoso paisaje de un lugar remoto, se encontraban muchos árboles. El más cercano a una casita que habitaba una familia, se ufanaba de que el sol no lo molestaba, que nunca le faltaba agua, que no sufría de plagas, porque estaba "muy protegido"

Sus compañeros, lejos de la casa, sufrían las inclemencias del tiempo, el sol, las plagas. Miraban con admiración a aquel árbol tan mimado y cuidado. ¿Quién fuera el? Se preguntaban.

Un día, llegó un tremendo huracán, arrasó con todo lo que encontró a su paso, el árbol tan cuidado fue arrancado de raíz, sin embargo, los otros árboles aunque lastimados, permanecieron en su lugar.

¿Cuál fue la razón? ¿Por qué el mimado murió y los curtidos por las inclemencias resistieron al huracán?

Mucha gente vive quejándose por una u otra causa, porque no quisieran dolor en su vida, viven huyendo de los problemas y las responsabilidades. Sin embargo, de tanto huir acaban encontrándose con el dolor, pero de frente y sin estar preparados. Su respuesta debilita el carácter, su ser, entonces, buscan la evasión que puede llegar a su máxima expresión: el suicidio.

La fortaleza, es la virtud que nos lleva a resistir dificultades, problemas, tentaciones, y acometer con vigor, para de esas barreras construir una obra de arte, porque el que es fuerte, no ve una barrera, ve un desafío.

El que practica la virtud de la fortaleza, usa su libertad para perfeccionar su ser, la libertad para el, es ser EL SEÑOR de su alma y de su voluntad.

¿Cómo ser fuerte? ¿Fuerte en que? Debemos conocer antes que nada, la realidad para que nuestra inteligencia aprehenda la verdad, y nos formemos convicciones firmes, ya que esas convicciones serán la base de la fortaleza.

El hombre fuerte, también puede fracasar, pero fracasará luchando y aprenderá de ese fracaso para no volver a caer. No debemos temer el fracaso, debemos tener terror de abdicar en la lucha, de eludir la tentación, pues se convertirá en fantasma, en obsesión que perturbará el reposo, la paz del alma.

¿Tienes una tentación? Afróntala, transformarla en algo bueno, véncela y así irás consolidando tu voluntad. Huye y acabarás por caer.

La persona con fortaleza, vive como dijo Marco Tulio, como si cada día fuera el último de su vida, y procura hacer todo lo mejor posible.

"Hay personas que luchan un día y son buenas, otras que luchan un año y son mejores, pero los que luchan toda la vida, son los imprescindibles" Carlos Díaz

Observando al ser humano con más fortaleza que conozco, llegué a una conclusión: para ser fuerte, se debe tener la cabeza bien fría, el corazón de fuego y la voluntad de hierro, para pensar con rectitud, amar con pasión y actuar con heroismo.

No es sencillo vivir en el mundo que tenemos, donde la familia ya no cuenta, los hijos son un estorbo, el matrimonio es desechable, la ética es subjetiva, el individualismo es la ley.

No es fácil por que todo invita a actuar y a hacer "lo fácil", "lo común", pero a la vez, actuar así sería traicionar los propios principios, traicionar a Dios, a la familia, a los amigos, a la Patria. A la larga o a la corta, el no actuar conforme se debe, viene siendo un fardo realmente pesado por los remordimientos que implica

"La dificultad para moldear una estatua, depende del grado de dureza del material que se usa: no se moldea con la misma facilidad una estatua de granito que una de alabastro, pero finalizando el trabajo, uno dura más que el otro. Moldeémonos pues, como granito, y dejémonos cuidar como alabastro" Carlos Díaz

Trabajar en la fortaleza de espíritu, es trabajar por la obra maestra de nuestra propia persona, es pensar con rectitud, amar con pasión y actuar con heroísmo.