Amistad o trascendencia

Autor: Rosa Martha Abascal de Arton

 

 

“El que es amigo de verdad, ama para simple, aun cuando se vea humillado con reproches u ofendido, o bien arrojado al fuego o clavado en una Cruz” (San Aelredo de Rievaulx)

 

La Amistad es últimamente un tema en el cual, mucha gente reflexiona, sin embargo pocos se preguntan como ser amigos que marquen al vida de otras personas, pues en la sociedad consumista y materialista en la que vivimos, si tu me das entonces yo te doy, sino no tiene sentido darte…

 

¿Cómo surge la Amistad?

Por un lado, la Amistad es un don, un regalo, una simpatía (syn-pathos, sentir con, que se traduce en compasión, padecer con en momentos difíciles), surge como una química natural al conocer y convivir con alguien que tiene metas, valores, jerarquías semejantes a las de uno. Los griegos la llamaban “regalo de los dioses”.

 

Por otro lado, es una conquista diaria. Cuando era chiquita mi madre me repetía constantemente “si quieres a alguien, nunca, ni un solo día, dejes de echarle una ramita, una hoja o si puedes un tronco a la hoguera del cariño”. Sólo así, una Amistad se puede consolidar para llegar a la confianza y a la trascendencia. Por ello la Amistad es un Amor de elección.

 

¿Qué quiere un amigo para su amigo?

 

No hay mayor respuesta que citar a Tomás de Aquino:

“Que exista y viva, todos los bienes, hacerle el bien, deleitarse con su convivencia, compartir con el sus alegrías y tristezas viviendo con él en un solo corazón” (S.T. II,II,q.25, a.7)

 

¿Cuáles son los niveles de la Amistad?

  1. Necesidad: en la cual se llega a “instrumentalizar” a la persona para ganar algo: se domina, posee, goza y gana, se supera a alguien… te doy para conseguir algo superior a ti mismo...
  2. Reciprocidad: participan dos personas, intercambiar, acompañar, dialogar, compartir, convivir, es un intercambio continuo, no es puro del todo, pues “si tu no me das ¿yo para que te voy a dar?” es decir, hay un interés de por medio.
  3. Dádiva: por este grado supremo de Amistad, el amigo agradece, da, SE DA, se sacrifica, enseña, corrige, perdona, comprende, acoge, se pone en el lugar del otro y vive CON el otro. Se da SIN condición “te doy aunque no me des porque te amo y dándote a ti, te hago feliz y por lo tanto yo soy feliz”

 

¿Cuáles son características y manifestaciones de Amistad verdadera?

  1. C.S. Lewis en su libro “Los cuatro Amores”, dice que los amigos, uno al lado del otro, miran hacia delante absortos en un interés común.
  2. “Amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas, una obra maestra a dúo” (Aristóteles). Así el Amor, es lo que más une a dos amigos. El Amor no es una pasión o un sentimiento, es la esencia del ser humano, esta esencia es espiritual y trascendente, es infinita y eterna, la fuente de toda persona es Dios-Amor, por ello, todo auténtico Amor, debe estar atado y fundamentado en su raíz y fuente: Dios-Amor, sino, no es Amor. Amar es decidir Amar, es tener la voluntad de Amar, es una decisión, una promesa, un compromiso libre. Amar no es un sentimiento fugaz o cambiante, es un acto esencial del ser humano que decide como demostrar ese Amor a la persona que Ama, de manera que ese Amor le ayude a su bien SER y bien ESTAR. Amistad es un sinfonía, una obra de arte del alma y el corazón de dos personas.
  3. Y ese Amor debe llevarnos a la virtud, a la mejora, a la trascendencia. “La Amistad perfecta es la de los buenos y de aquellos que se asemejan por la virtud. Ellos se desean mutuamente el bien en el mismo sentido” (Aristóteles). Cuando un amigo nos “mira” interiormente, nos ayuda a encontrarnos a nosotros mismos con más perspectiva y así, a través de esa mirada, podemos descubrir virtudes y corregir defectos. El amigo ayuda a que la riqueza espiritual que el tiene crezca en mi y viceversa, así se aprende a pensar, a valorar, a tratar, a ver desde una perspectiva diferente, conociéndonos y conociendo mejor al amigo y al mundo. Así, una Amistad rica interiormente, cuajada de valores, le da sentido a todo y le da sentido y fuerza a la Amistad. Cuando un amigo se equivoca, hay que ayudarlo a rectificar pues como dice Tomas de Aquino: Amistad sin justicia es disolución y justicia sin Amistad-misericordiosa, es crueldad ( S.T. II-II, q.23 a.8)
  4. Desearse el bien, implica compartir éxitos y fracasos, alegrías y decepciones, con una lealtad a prueba de fuego y a costa de lo que sea. Hay personas que por orgullo o una falsa virtud, esconden como debilidad sus momentos de tristeza o decaimiento. Les aterra sentirse vulnerables, les choca sentirse compadecidos. Sin embargo, eso es no entender la maravilla de la compasión: PADECER CON, no es sentir lástima, no es aprovechar la debilidad, es vivir con intensidad el dolor del amigo para ayudarlo, servirlo, estar con el, amarlo con más intensidad. Esta es una de las mayores pruebas de la Amistad, quien sufre debe ser tan humilde como para dejar que el amigo esté cerca, padeciendo con el, y quien está para apoyar, debe tener la fortaleza de no solo no huir, sino de estrechar lazos, acompañar, dar la mano, ser compañero de fatigas por el bien del amigo, “los lazos de la Amistad son más estrechos que los de la sangre y la familia” Boccaccio.
  5. Una profunda comunicación. Esta se da no solamente a través de palabras, sino de miradas, actitudes y silencios cargados de significado. Cuando un amigo abre su alma y deja penetrar al otro a la profundidad de su intimidad, cuando uno descubre la inmensidad de la comunión (común-unión) de valores, sueños, fracasos, vivencias, defectos, virtudes, debilidades y experiencias del amigo, hay momentos en que el alma se encoje ante tanta magnificencia y solo el silencio, cargado de cariño, comprensión, simpatía, apoyo, fuerza, puede dar una respuesta a semejante confianza. Es en el diálogo sincero, abierto, donde se conoce y se llega a Amar a la persona en plenitud y se puede potenciar esa comunicación con consejos, ayudas, acciones que eleven y fomenten el desarrollo del amigo para su crecimiento integral. Y al crecer el amigo, crezco yo mismo. Aunque no siempre las cosas que hay dentro del alma son “bonitas”, el simple hecho de estar en “la intimidad” del amigo, y contemplar el mundo desde allí, es un privilegio. Por ello se quiere saber todo del amigo, las conversaciones siempre son cortas, llenas de sorpresas y apoyo mutuo, literalmente se percibe al mundo como un juguete en las manos, que gira gracias al cariño, al compromiso, a esa “corriente eléctrica” que se crea entre los amigos.
  6. Generosidad desinteresada. Aquel que busque una “respuesta” o “correspondencia” de ser amigo o de dar al amigo, no es auténticamente amigo. El amigo es el fin a alcanzar, no un medio para lograr otro fin. El “cálculo” es ajeno y contrario a la Amistad. El amigo no puede dejar de darSE y dar a su amigo, pues de la Amistad está recibiendo algo que no tiene precio, algo que no se puede devolver: vida espiritual y anímica, Amor. “Sin amigos nadie querría vivir, aun cuando poseyera todos los demás bienes” Aristóteles
  7. Empatía, es vivir en el otro, sentir como el otro siente, incluso predecir como reaccionará y sentirá por ese grado sublime de conocimiento y compenetración… hay momentos que ilustran más esa empatía, como las coincidencias en el pensamiento, en las palabras, en las horas de buscarse, momentos imborrables en los que comprendes que tienes delante de ti a alguien que lee tu alma, incluso mejor que tu mismo, se pasea por ella sin necesidad de que expliques nada, sin que le guíes… es la empatía una sintonía muy rara, no es común, es sumamente especial y se establece con poquísimas o ninguna persona a lo largo de la vida. Sin duda la empatía es una de las muestras más palpables de la fortaleza y profundidad de una Amistad “cuando estoy con un amigo, no estoy solo ni somos dos” Langlois Eustache.
  8. Saber “mirar”,  contemplar, conocer, con mirada limpia, percibir al otro como es, aceptándolo para impulsarlo, renunciando a un “amigo perfecto”, dejando que el amigo SEA en plenitud. Para ello solo la convivencia ayuda, hay que perder el miedo a pasar el tiempo con alguien, con el amigo, sin haber “logrado” algo en concreto, cada instante de convivencia es una perla, que cultivándola va conformando y consolidando el tesoro de la Amistad.
  9. Confianza… el amigo no nos va a defraudar, es muy común que tras haber desnudado el alma y mostrado la intimidad del corazón a un amigo, uno siente que es vulnerable, que puede romperse o ser destruido por el otro, se siente sujeto de burlas e incomprensión. Pero un amigo de verdad, valora la confianza depositada como lo más valioso y lo más grande e importante del amigo: la SINCERIDAD de mostrarse como es. Y esto llevará a luchar juntos por crecer como personas y como amigos, al conocer las fortalezas de aquel a quien se ama. Llega un momento, con la madurez de la Amistad, en el que ese miedo se pierde y ansiamos mostrar al amigo, todo lo que somos y tal cual somos, porque el amigo nos ayudará, entenderá sin “interpretar” y no se aprovechará de la debilidad… comprenderá las contradicciones de la naturaleza y del modo de ser que llevarían a otros a juzgar mal a la persona. “La verdadera Amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha obscurecido”. Tagore Rabindranath

 

¿Cuál es el fin de la Amistad?

La búsqueda conjunta de ambos amigos del bien, que es el único que produce la felicidad duradera y verdadera.

 

“La Amistad es así, un fenómeno antropológico que deriva del ansia humana de un bien infinito (quiere ser feliz mediante la perfección que deriva de la adquisición del sumo bien) y de su simultánea limitación constitutiva para satisfacer ese anhelo y requiere del amigo para hacer fuerza de flaqueza” Carlos Llano. Así, el ansia de bien mutuo es la esencia de la Amistad. Así, ser un mejor amigo, perfecciona a mi amigo, siendo yo un Amigo mejor.

 

Antes de conocer la Amistad, la definía como un tesoro, un tesoro que se tiene por distintas razones y se busca conservar a toda costa. Hoy, habiendo tenido el privilegio, el don de la Amistad, puedo decir que es todo lo contrario, un amigo no es un tesoro que se posee o que se tiene, sino Alguien (un tesoro infinito) a quien uno se entrega para que sea mejor y por lo tanto, que sea feliz… que difícil es hoy en día decir “Amigo” de corazón… tal vez se debe a que la única manera de poder decirlo es SERLO… pero pocos saben ser Amigos hasta la muerte