Hay que Alabar al Señor

Autor: Mons. Rómulo Emiliani, c.m.f.

Sitio Web: Un mensaje al corazón

 

En este Mensaje al Corazón le exhortamos que si quiere ser feliz debe aprender a orar. Orar es alabar Dios, darle gracias, pedirle con fe, es escucharlo. El Señor tiene tanto que decirnos. Y la oración es fundamental para que usted sienta poder en el espíritu y paz en su alma. Dedique tiempo a la oración personal todos los días. 

Hoy nos vamos a referir a la oración de alabanza que nos hablan los salmos. Cuando oramos por medio de la alabanza agradamos a Dios. La alabanza refleja la grandeza de Dios y los salmos son una declamación de los atributos del Señor. Concéntrese en la bondad de Dios y alábelo. 

Albamos a Dios cuando recordamos sus obras. El salmista contempla la creación, la historia y recuerda los milagros pasados, lo cual fortalece la confianza del creyente en la actualidad. Alabar a Dios es maravilloso; perdemos bendiciones por no hacerlo. Hay que alabarlo por su grandeza, por su poder, por lo que ha hecho en nuestras vidas con nuestras familias. El tiene para nosotros su ayuda, sus planes, su amistad siempre y cuando lo queramos en nuestra vida. 

Orar no es sólo comunicarnos con Dios y darle gracias, sino también pedir por las necesidades del mundo, por nuestro país, y por los dirigentes políticos. El poder de la oración puede cambiar el curso entero de la historia; tenemos poder de atar a satanás. La oración puede mover montañas, permite la paz, el progreso, la concordia, la armonía si lo hacemos con fe. 

Ore por los niños y los jóvenes. En nuestro mundo hay muchas influencias malas. Hay que orar para que Dios convierta a los que promueven el ateísmo, la inmoralidad, la corrupción, el paganismo y por los movimientos de Iglesia. En vez de criticar tome conciencia que los apostolados de Iglesia están hechos para convertir y transformar la historia. Están en constante lucha contra las tinieblas y necesitan mucha oración. Ore por ellos. 

Tenemos que orar para que Dios aleje a los jóvenes de la inmoralidad, por los hogares de nuestra nación ya que hay aumento en el número de divorcios. Según va el hogar así va la nación. 

Dios por medio de Jesucristo cambia el destino del hombre pecaminoso, el Evangelio da la nota a la esperanza. 

Los cristianos de cara larga no atraen a nadie. Hacen que la gente huya. Debemos dar gracias a Dios por su presencia en nuestras almas porque en Cristo estamos siendo resucitados. 

Alabando al Señor brotará más la alegría en nuestras vidas. 

El Salmista contempla la creación y dice: "Los cielos cantan la gloria de Dios" (salmo 19) y el salmo 8: "Cuando veo tu cielo obra de tus manos la luna y las estrellas que tu has creado". Que hermoso saber que todo lo creado fue para nosotros! Se ha preguntado usted alguna vez por qué Dios hizo el mundo tan grande, tan impresionante, tan maravillosa creación? Uno de los motivos es para que consideremos algo de su inmensidad y nos demos cuenta que un Dios pequeñito no pudo hacer eso y realicemos que es un Dios grande, infinito, y que nos ama. 

Seamos agradecidos siempre. porque Jesucristo murió por nuestros pecados y por medio de la fe en su misericordia podemos obtener el perdón si nos arrepentimos. 

Muchas cosas que hacen la vida difícil son resultado de la maldad humana: la guerra, la injusticia. Demos gracias a Dios que a pesar de estas cosas, se nos reflejará en bien conforme a sus propósitos para darnos bendiciones si abrimos el corazón a El somos optimistas y tenemos una mente positiva. 

No seamos pesimistas, demos gracias a Dios por todo. El Señor nos ama, Dios nos bendice, y no se olvide que CON DIOS SOMOS INVENCIBLES.