Un encuentro con Jesús

Autor: Roberth Phoenix  

 

 


Ahora más que nunca se necesita de cristianos que se preocupen de la evangelización a través de los medios de comunicación

 


Hace aproximadamente un año, en el mes de julio, un pequeño espacio de 15 minutos en la radio se hizo presente para anunciar la buena nueva de Jesús. De una propuesta que originalmente se llamaba “Tu nos amas María”, surgió uno de los proyectos más importantes y bendecidos por el Señor, para todos los católicos el mundo, desde la cuidad de Puebla, el programa de radio católico “Un encuentro con Jesús”.


Recuerdo que había visto los anuncios en Koinonia, nuestro órgano informativo en la Arquidiócesis, y mi corazón rebosó de alegría al saber que un espacio más dentro de los medios de comunicación, se unía a esta labor tan maravillosa que es la evangelización. Porque después de todo los medios de comunicación son ahora los nuevos areópagos para el mundo.


También recuerdo que por el mes de octubre recibí una llamada telefónica del Licenciado Guillermo Galindo, productor y director general del programa, quién me cito en su oficina la tarde siguiente. Para ser sincero, no tenía la menor idea de que podría tratarse la inesperada reunión, ni de la nueva misión que Dios tenía preparada para un servidor.


Llegue a su oficina a la hora convenida, me recibió cordialmente, se presentó e inmediatamente después me entrevistó. Desconcertado aún por la charla, le pregunté cuál era la razón de dicha reunión y fue entonces cuando me habló del proyecto de “Un encuentro con Jesús”, que para ese entonces ya contaba con media hora de tiempo aire. Y el próximo aumento de la emisión a una hora a partir de noviembre. La propuesta era a simple vista sencilla: realizar un programa de radio de una hora, para evangelizar a los diferentes sectores de la sociedad, siempre con calidad y amor.


La invitación estaba ahí, así que, inmediatamente acepte, confiando en que Dios sabría hacia donde llevarnos en aquella nueva misión. Esa noche de regresó en casa, orando en la presencia del Señor, le pregunte si yo sería capaz de llevar a todo aquel que nos escuchara a un encuentro con Él. Y la respuesta apareció de inmediato “Id y evangelizad a todo el mundo”.


A partir de entonces comenzó una tarea titánica, organizar una nueva manera de evangelización radiofónica. El equipo diocesano de Renovación se dividió al tarea, así, cada día tendría un objetivo específico y un público determinado. Un espacio para jóvenes, uno para niños y uno más para los abuelitos. Al mismo tiempo la formación, la oración y el seguimiento se hicieron presentes. Por lo que el estudio sobre la Biblia, la doctrina y las actividades de la Iglesia también se hicieron de un espacio determinado.


El reto, por supuesto, era evangelizar siempre con calidad y de una manera interesante para el radioescucha. Para ello se planearon diferentes secciones, incluyendo varias de postproducción como “Historias de un encuentro” donde podemos entrevistar a diferentes santos o personajes bíblicos; “Un canto para Jesús” donde podemos conocer diferentes formas de oración a través de la música; “Las historietas bíblicas” donde los pasajes de la Biblia son contados de manera muy divertida para todos los pequeñines; o “La Iglesia y el mundo” donde los eventos más importantes del mundo y la Arquidiócesis son dados a conocer en un pequeño noticiero.


De esa manera se logró una evangelización mucho más efectiva. Aunado a esto surgió “La hoguera de oración”, un espacio diseñado para orar por las necesidades de todos aquellos que lo necesitaran, contando incluso con la presencia del Santísimo una vez al mes en el estudio. Increíblemente, la respuesta del público no se hizo esperar. Y más allá del creciente número de radioescuchas, surgió un nuevo reto: dar seguimiento a toda esa gente. La pregunta ahora era ¿cómo hacerlo?


Al principio fue muy cansado y laborioso. Pero como siempre la Providencia de Dios se manifestó de una manera por demás excelsa. De ahí surgió “la línea de oración permanente” en donde las personas pueden llamar todos los días de la semana a todas horas y recibir ayuda espiritual. De esta manera se creo un nuevo equipo para el seguimiento y la oración.


Este nuevo equipo fue conformado por sacerdotes invitados de pastorales y movimientos y también por nuestras hermanas religiosas de diferentes congregaciones, quienes siempre han estado presentes desde el principió del programa, y quienes demostraron su interés y apoyo invaluable, uniéndose así al ofrecimiento de eucaristías y oraciones por todos los necesitados que se comunicaban a través del programa, en diferentes días de las semanas.


Pero cuando parecía que la meta de la evangelización estaba cerca, surgió una idea más en la mente de nuestro productor, compartir “Un encuentro con Jesús” a los católicos de todo el mundo. La labor parecía casi imposible, pero gracias a un equipo de ingeniosos comunicadores, se pudo “subir” el programa a la red, para ser escuchado desde cualquier parte del mundo a través de dos direcciones electrónicas. De igual manera contar con un correo electrónico, y mejor aún, con un número 800, para comunicarse sin costo alguno desde cualquier parte del país.


Ahora que lo pienso, es más trabajo del que parece ¿verdad? Pero todavía me falta mencionar que un equipo más ha sido parte clave en el desarrollo de esta misión: el de los patrocinadores. Comenzando por el Ingeniero Tinajero, quién bajo la bendición de Santa Teresita del Niño Jesús, ha sido un incesante impulsor para todos los hemos realizado este esfuerzo en conjunto. Unidos con Algodón Zuum, cabe reconocer la labor de Café Plaza y por supuesto H. Peregrina
Y después de un largo año, “Un encuentro con Jesús” cumplió su primer aniversario a principio de mes, en un momento importante para todos los católicos, pues ahora más que nunca se necesita de cristianos que se preocupen de la evangelización a través de los medios de comunicación, pues sin duda, es responsabilidad de la Iglesia, principalmente a través de la actividad de los laicos, hacernos presentes en esos nuevos areópagos del mundo de hoy.


De esta manera, quiero manifestar una felicitación a todo el equipo de comunicadores de “Un encuentro con Jesús”, por su eficacia apostólica en un campo tan complejo como este. Pero por encima de todo, por ser hombres y mujeres en comunión con Dios, que llevan su mensaje a todas las gentes por medio de las nuevas técnicas de comunicación, pues este programa aún tiene mucho que aportar a la formación cristiana.


Una cosa más. Hace un algunas semanas deje de participar activamente en la realización de dicho programa, y hoy agradezco a Dios, por la oportunidad tan maravillosa que me dio de compartir con mis hermanos cristianos su amor y su mensaje, pero sobre todo de poder tener yo mismo, mi propio encuentro con Jesús, a través de tanta gente llena de Él. Especialmente de un amigo que día a día se preocupa por ser un buen instrumento del Señor, y que hace un año me llamó para citarme en su oficina en una tarde de octubre.


Una historia más de nuestro Éxodo contemporáneo...