Jesús, María y T.V

Autor: Roberth Phoenix 


 

Y pensar que algunos se preocupaban porque Big Brother entrara al aire

La Semana Santa paso y con ella muchos de nosotros pudimos renovar nuestra fe, reencontrarnos con nuestro Señor y acercarnos a ese maravilloso encuentro de amor y misericordia. Aceptar nuestro compromiso como cristianos en búsqueda de la verdad y como seres humanos sostenidos por la fe. Pero como siempre nunca falta un pelo en la sopa.

Recuerdo que cuando era niño, mis padres no me permitían ver la T.V. en esos días, a menos que se tratara de las clásicas películas de Semana Santa: Jesús de Nazareth, Ben Hur, Los diez mandamientos, etc. Ellos tienen su propia visión de cómo vivir Semana Santa, y para mi la televisión no es un obstáculo para entender el misterio Pascual. Pero la televisión al igual que la vida misma, ha cambiado de una manera vertiginosa.

Hace un año, exactamente, mi hermano Hugo se fue de misión, y mientras él se encontraba alejado de la civilización, yo vivía la estremecedora visión que la BBC dio a conocer al mundo: “El supuesto rostro de Jesucristo”. Un rostro hecho por computadora que no se parece en absoluto a las imágenes con las que muchas generaciones en el mundo hemos crecido. Cosa que por supuesto me hizo pensar en como mientras mi hermano vivía su experiencia de fe, muchos católicos se veían amedrentados en la suya.

Cuando Hugo regresó, se encontró conque una visión del mundo había cambiado. Y por supuesto solo en la oración y el verdadero encuentro, los cristianos hallamos la paz, pues no se puede basar la fe en las imágenes de una televisora. Pocos días después la BBC se disculpo, y dijo haber hecho un estudio sobre un “posible rostro” de los judíos de la época que Jesús vivió.

A un año de distancia, nuevamente la BBC ha hecho declaraciones, ahora con un programa titulado: El “misterioso” hombre del Sudario, haciendo referencia, lógicamente al Sudario de Turín. Mostrando descubrimientos históricos acerca de este famoso Sudario, pero siempre con tendencias a insinuar que es un engaño maquinado por la Iglesia. Junto con estas, el programa Biography, de A&E Mundo, saco dos especiales: María de Narareth y Jesús.

En el primero, pintan a una María despreciada por su mismo hijo Jesucristo, un ser lleno de egoísmo y rebeldía. Basándose en las Narraciones de los Evangelios Apócrifos. Además de aseverar que María tuvo más hijos y de atribuirle una desolada y deprimente vida después de la muerte de Jesús que no solo la condujo hasta su trágica muerte, sino que, además, mello su espíritu a tal grado que perdió su fe.

Por su parte, el programa de Jesús, lo pinta como un hombre rebelde, que desafía las reglas solo para convertirse en una víctima “pseudo-redentora” ante los romanos y condenadora de los judíos. Así mismo, éste Jesús es soberbio, un ser lleno de ira y desesperación, imperfecto, reacio a aceptar su papel como Mesías.

Por si esto fuera poco, People & Arts, canal asociado a la BBC, estrenó dos nuevos programas: Cristianismo del segundo milenio y Juan Pablo II. En el primero, se enaltecen a los líderes de sectas norteamericanas, así como a iconos político-religiosos de su propia cultura, como son Martín Luther King y su Iglesia Negra; y Joseph Smith y su iglesia mormona, solo por mencionar algunos. Además de señalar una “resistencia por demás absurda” de la Iglesia Católica hacia la vida contemporánea.

Por último, el especial sobre Juan Pablo II, lo describe como un ser obscuro, atormentado por sus propios fantasmas, como un “fanático” que se muestra en contra de la vida al no permitir el uso de anticonceptivos, y como un “sexista” al mostrarse en contra de que las mujeres puedan ejercer el sacramento del sacerdocio. Además de un personaje unidimensional, que se muestra reacio al avance de la ciencia y la tecnología.

Es verdaderamente una lástima que estos canales televisivos, que tienen recursos para producir programas de calidad, verdaderamente informativos, culturales y profesionales, los desperdicien y se dediquen a enaltecer la cultura de la muerte y atacar a Cristo, su Madre, su Iglesia y al Papa. No solo dando una versión protestante, sino una versión llena de obscuridad alrededor del legado que Cristo nos ha dejado.

Recuerdo nuevamente cuando mis padres se preocuparan porque viera otros programas en Semana Santa que no fueran referentes a Dios. Pues bien, los tiempos han cambiado y ahora los “programas de Dios” pueden ser más peligrosos que la T.V. común y corriente. Y pensar que algunos se preocupaban porque Big Brother entrara al aire, cuando los “canales serios” pueden hacer un daño, mucho más profundo, ocultándose tras la máscara de la verdad.

Una historia más de nuestro Éxodo contemporáneo...