Ecumenismo de un verdadero guerrero de la luz

Autor: Roberth Phoenix  




Mientras no dejemos de ver las cosas que nos separan y dividen por encima de las cosas que nos unen y nos fraternizan, no avanzaremos a ningún lado


Hace algunos días termine de leer el “Manual del guerrero de la luz”, del afamadísimo autor brasileño Paulo Coelho, que me recomendó mi buen amigo Padre Servando, Asesor Nacional de Juventudes Marianas Vicentinas. Y lo cierto es que el libro no solo me impresionó, sino que, además, me dejó un maravilloso sabor de boca.


Paulo Coello es uno de los autores mundiales con más éxito en los últimos años. Escritor de varios Best Sellers, destaca de entre sus obras “El alquimista”. Pero ciertamente su obra ecuménica no ha sido del todo entendida ni aceptada. ¿La razón? Precisamente el ecumenismo, que hace a su obra un muy especial tesoro literario.


La obra de Paulo Coello está cargada de elementos y filosofía cristiana, el papel de Jesús, de la Virgen María, de la oración, el Espíritu Santo, las obras de misericordia, la paz, el amor, y por supuesto el mismísimo Dios. Y aunque va de acuerdo a la doctrina y tradición de la Iglesia Católica, él nunca menciona iglesias ni religiones. Así que muchos sectarios se han aprovechado de esta situación para utilizar su obra, según la versión que les conviene.


Lo más triste del asunto es que ante tales hechos, nosotros los católicos, en lugar de aprovechar este lazo entre cristianos, no hacemos otra cosa más que censurar o condenar al pobre autor brasileño. Algo que realmente no es nuevo, pues caso parecido es el del Padre Anthony de Mello.


Recuerdo que lo primero que leí de este autor fue “El canto del pájaro”, un libro que me marcó en definitiva pues, me presentó a un Jesús, comprensivo e imparcial, y una religión abierta a la igualdad de pensamiento y el respeto de diferencias, Sin embargo, fue muy triste darme cuenta de que mi realidad no es así.


Estoy seguro que, como Sacerdote católico viviendo en el oriente, ente tantas doctrinas diferentes a las occidentales, De mello, aprecia mucho más al cristianismo y al mismo tiempo la diversidad de pensamientos y creencias, es algo que no sólo a aprendido a tolerar, sino a respetar e incluso a valorar.


Nuestro mundo contemporáneo ha cambiado a pasos agigantados y mientras no dejemos de ver las cosas que nos separan y dividen por encima de las cosas que nos unen y nos fraternizan, no avanzaremos a ningún lado, pues todos vamos en este mismo barco llamado: Tierra.


El Papa Juan Pablo II se ha esforzado mucho en promover un verdadero ecumenismo, en el que la diferencia de credos no sea un obstáculo para la realización del amor, en donde las diferencias religiosas no impidan la paz, e incluso a pedido perdón por los errores de la Iglesia, y perdonado a otras religiones. Entonces ¿Por qué razón no damos una respuesta nosotros los cristianos?


Es tiempo de dejar de enfatizar nuestras diferencia y de pelear por quien tiene la razón, sobre la verdadera Iglesia de Cristo, para ser verdaderos cristianos y amar al prójimo como a uno mismo. Tiempo de predicar el amor, no con palabras, sino con hechos, comprendiendo, aceptando, perdonando al otro, y amándolo. Pues después de todo, sólo de esa manera, lograremos construir la civilización del amor, y el verdadero reino de Dios.


Una historia más de nuestro Éxodo contemporáneo...