Contemporáneo, cristiano y ecuménico

Autor: Roberth Phoenix   

 

 

 

 Reflexión sobre la gran gama de opciones que nos ofrece la Madre Iglesia

Antes de tomar la camiseta de cualquier apostolado, grupo, coro, comunidad, movimiento, familia, pastoral, etc., la primera camiseta es la de cristiano, pues Cristo la única razón para llevar éste estilo de vida llamada cristianismo.

            Hace algunos años conocí a un amigo en el proceso vocacional en el seminario. Inmediatamente mostramos tener muchas afinidades y por supuesto el amor y presencia de Jesús estuvo presente desde el principio.

            Mientras el me compartía acerca de su movimiento, Juventudes Marianas Vicentinas, yo seguía mi propio proceso eclesial, en donde iba conociendo y tomando lo mejor de la extraordinaria gama de nuestra Iglesia Católica.

            Por ejemplo la evangelización de la Renovación católica que comienza con un kerigma (primer encuentro), y lleva hasta un compromiso, es parte fundamental en mi forma de evangelizar. Dentro de la formación, el conocimiento de nuestra fe, es no sólo básica sino indispensable, por lo que los conocimiento del Departamento Arquidiocesano de Evangelización y su grupo Servidores de la Verdad han sido un una gran herramienta para mi y para la formación de los jóvenes con quienes he trabajado.

            En la parte espiritual, los Talleres de Vida y Oración del Padre Ignacio Larrañaga, han sido un verdadero parte aguas en mi espiritualidad pues me han llevado a conocer una parte desconocida de mi ración con Dios, que ha profundizado indiscutiblemente, por lo que cada que puedo comparto con mis hermanos católicos, adultos o jóvenes a que aprendan a orar y conozcan personalmente a papá Dios y a nuestro amigo y Señor Jesús.

            En la parte del liderazgo y la “administración” jerárquica, la presencia diocesana ha sido indudablemente la más marcada en mi desarrollo y crecimiento eclesial, pues desde mi parroquia hasta mis actividades en el Seminario Palafoxiano, me han podido compartir el papel y la importancia  del sacerdote en nuestra Iglesia. Pudiendo dar así su lugar al sacerdote, al religioso y al laico.

            Sin embargo después de todo esta enseñanza, fue el movimiento de mi amigo el que me dio la oportunidad de pertenecer a el, y compartir con esta gran familia los dones y defectos que Dios me ha dado, no para ser parte de ellos un tiempo y luego irme, sino para saber que siempre será parte de la gran familia vicentina y que además ofrece diferentes opciones para cada etapa de la vida, así que si Dios lo permite espero consagrarme el próximo año.

            De todo esto tres cosas han sobre salido en mi proceso de aprendizaje. Primero que el ecumenismo tan solicitado por su Santidad Juan Pablo II comienza en nuestra propia Iglesia, pudiendo respetar, conocer y compartir a diferentes sectores de nuestra propia comunidad. Segundo que antes de tomar la camiseta de cualquier apostolado, grupo, coro, comunidad, movimiento, familia, pastoral, etc., la primera camiseta es la de cristiano, pues Cristo la única razón para llevar éste estilo de vida llamada cristianismo, y además sólo Él, es el camino la verdad y la vida.

            Por último que Dios está más allá de religiones, dogmas y rituales, y que el verdadero encuentro se tiene en la soledad de nuestro  cuarto cuando nos encontramos de rodillas. Pero que todas estás herramientas que Dios nos ha dado en la Iglesia son muy útiles para seguirlo y darle gloria. Ahora cada que oro el credo, pudo decir que en verdad creó en una Iglesia Santa, católica y apostólica, y que además soy parte de ella.

            Otra historia más de nuestro Éxodo contemporáneo...