Alma, evolución y clonación
Autor: Roberth Phoenix 

 


un científico no tiene que prescindir de su ciencia cuando ora y cuando piensa en su fe, ni el creyente tiene que prescindir de su fe cuando entra en el laboratorio

En los pasados días tuve la oportunidad de asistir al VI Encuentro Internacional de Centros de Cultura, realizado por el Center for Teology and Natural Ciences de Berkeley, California; que tuvo por marco central el tema “Ciencia y Religión: Hacia una nueva cultura de colaboración.” Antes de entrar en materia, debo decir que fue un encuentro realmente interesante, ya que contó con la participación de importantes científicos, filósofos, teólogos e historiadores que nos fueron introduciendo poco a poco en el profundo y amplio mundo de la Ciencia y la Teología.

Lo cierto es que, desafortunadamente, los habitantes de la Ciudad Levítica no estamos muy al tanto de lo que pasa en el mundo de la Ciencia y la Teología. Ya que a pesar de contar con un Departamento Diocesano de Teología, los laicos de Puebla desconocemos muchos de los ámbitos a los que la comunión de ambas ha llegado, y por ende, las vastas posibilidades de propuestas que esto implica.
Un claro ejemplo de esto, ocurrió cuando dos de los exponentes más importantes del congreso hicieron su aparición. En primer lugar la Doctora en Biología y Filosofía, Stacey Ake, graduada de la Universidad de Pensilvania, quien cabe mencionar, es Editora Asistente de Metanexus, el mayor foro en línea sobre ciencia y religión en la web.
En su exposición, titulada “Un clon por cualquier otro nombre todavía es un ser humano”, la Doctora Ake se caracterizó por hacer énfasis en mostrar la continuidad de lo biológico a lo espiritual en la evolución de la conciencia humana y sus implicaciones éticas y religiosas. Ante la pregunta que le formularon, sobre cual era su posición respecto a la clonación ella afirmó que, la clonación es un acto realmente inevitable, ya que la ciencia no va a detener su avance, sin importar las consecuencias. Sin embargo, destacó que lo más importante no es el hecho es si mismo, sino que por el contrario, la interrogante sobre cual ha de ser la respuesta que demos ante las consecuencias de dicho acto, será la que determine el futuro de la humanidad.

El otro expositor de quien quiero hacer mención es el Doctor en Biología Molecular, Rafael Vicuña, graduado del Albert Einstein College of Medicine. Por mencionar algo sobre él, añadiré que es Vice-Decano de la Facultad de Ciencias Biológicas y miembro del Comité Editorial en la Dirección Superior de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Es también miembro del Consejo de la Fundación DUOC y del Consejo del Instituto Libertad y Desarrollo. Además de contar con más de sesenta publicaciones científicas.

La ponencia del Doctor Vicuña, titulada “El origen de la vida y la emergencia del alma humana”, plantea la des-acreditación de un supuesto conflicto entre ciencia y religión, optimizando y determinando el papel que juegan los científicos creyentes en la colaboración de las ciencias naturales con la teología. Así mismo se arriesga a introducirse en el cuestionamiento sobre el origen de la vida, y sobre el momento en que el hombre es dotado de alma, aceptando desde luego, que esa no es su especialidad. Aún así, como científico, afirma sobre su trabajo: “debemos mantenernos siempre dentro del ámbito del método científico, buscando las causas naturales de los fenómenos, por improbables que ellos nos parezcan, sin perjuicio de iluminar nuestro conocimiento con la perspectiva de la fe.”

Maravillosamente ambos expositores al ser científicos creyentes, por un lado clarifican como, tanto la ciencia como la religión son frutos de la voluntad de Dios, que se manifiestan sin violar las leyes que Él mismo le imprimió al universo desde el instante mismo de su creación. Y por otro, son un ejemplo del modo de vida, en que un científico no tiene que prescindir de su ciencia cuando ora y cuando piensa en su fe, ni el creyente tiene que prescindir de su fe cuando entra en el laboratorio.
Una historia más de nuestro Éxodo contemporáneo...