Mi canción

Autor: Ricardo Serna G.

 

 

           

No a la guerra de hombres contra hombres

un río rojo como olvidos y muertes de simples números,

y no, ni pongan a Dios como su bandera delante de la trinchera,

ni griten venganza para limpiar la sangre con la sangre

coleccionando cadáveres y escombros;

y no, ni pobreza y hambre que vemos desde fuera

como una fotografía perdida en nuestro armario,

y no, ni digan que debemos estar en este baile,

ni la fiesta es una demostración de explosiones

necesarias para llegar a nuestro destino.

 

No a la guerra de dolores y terrores unas lágrimas cayendo

como lluvia y derroches de odios y confusiones,

y no, ni dolor avalancha cegadora extendida en la tierra,

ni matemos nuestra historia firme esperanza

limpia esportiva esparcida por nuestro Padre;

y no, ni nos vamos, ni nos lleven a revivir

los quitasueños en un limo de temores,

ni aceptemos la falange como reyes de nuestra defensa

a nuestra vida azorada impasible al dolor;

y no, ni queremos el preludio de este final

grima que nos arranca de la verdad,

ni cerremos nuestra alma a la oración:

¡sí, no a la guerra, no al odio y al dolor,

Dios escucha nuestra canción!

 

Me refiero a una persona (muy cerca de mí), que demostró valentía en los meses anteriores a su muerte después de conocer su cercano destino, y, yo quiero en este escrito presentar un homenaje a su fuerza de amor y voluntad.