¿Para qué?

Autor: Ricardo Serna G.

 

 

           

Para qué sembrar en invierno la rosa muerta en el jardín de
[la indiferencia?

¿Para qué?

Nos encontramos con lo mismo, seguimos insistiendo,
tal vez esa rosa no esté tan muerta,
ni estemos en invierno, tan sólo es el momento,
ese momento de cambiar las raíces a la tierra,
sembrándonos a nosotros mismos con la claridad del cielo
para que nos devuelva con los dones vivos 
para volver a ser lo que no hemos aprendido. 

¿Para qué?

Inmóviles ante el dolor y la muchedumbre ahogándose
muy cerca de la orilla de nuestro río,
tal vez esa agua nos llegue a tocar
y respiremos su humedad por nuestra herida:
vivir igual y sentir el martirio y el sosiego
en nuestro corazón el fuego
que sostiene la desesperación y la soledad
de la comprensión desgarrada por nuestro hermano,
para que nos devuelva con los dones vivos
para volver a ser lo que no hemos aprendido.


¿Para qué?

No tiene razón de ser, nos matamos y negamos la luz,
somos los que fabricamos cuchillos
para acabar con nuestra casa y nuestro sol,
en el mañana con tantos ciegos
desaparecerá la humanidad,
tal vez esos cuchillos no nos alcancen a tocar:
serán simples adioses de experiencias
en nuestra carne sumergidos en sus lágrimas
después de regresar de un sueño,
para que nos devuelva con los dones vivos
para volver a ser lo que no hemos aprendido.

¿Para qué?

Simplemente para que nos devuelva con los dones vivos
para volver a ser lo que no hemos aprendido.