Hijos sin casa y casas sin hijos

Autor: Pilar Pérez Rodríguez

 

 

Con la vuelta a las aulas ha comenzado un nuevo curso escolar. Y aquí estoy yo, como tantas madres, intentando poner orden en una casa que de repente se ha quedado muda. Porque las casas hablan y escuchan y acogen y asisten con fortaleza la vida que en ellas se desarrolla. ¿O ya no es así?. Conciliación, igualdad, vida personal, custodias compartidas, "cargas" familiares, desarrollo laboral, autonomía, independencia..... ¿les suenan estos términos?.
En cualquier medio de comunicación están estos temas presentes pero no sé si tienen mucho que ver con nuestros hijos, mejor dicho no sé siquiera si nuestros hijos quieren o pueden entender de qué hablamos los adultos.

Los que ahora somos padres podemos recordar como eran nuestras casas, parecidas materialmente a las de hoy con suelo y techo, con ventanas y puertas que nos hablaban a la vez de intimidad y de apertura, de seguridad y de riesgo. Pero la mayoría de las casas de hoy no tienen hijos y la mayoría de los hijos no tienen casa porque algo sí ha cambiado en los hogares NO HAY MADRES en ellos. Y eso creo que es importante y que merece motivo de estudio. El que haya una madre disponible a todas horas no asegura que el hijo vaya a ser feliz pero.... parece que lo facilita. Y el adulto que ha tenido una infancia feliz está más cerca de ser un hombre feliz.

Hoy algunos nos venden la guardería desde el 0-3, ahí si podemos pasar del cuidado "asistencial", !qué bobada de cuidado dicen!, y directamente lo hacemos ciclo "educativo" con sesudos profesores, con consejos escolares, que van a sustituir el trato personal, individualizado y materno por la educación grupal encaminada a la autonomía personal... que nos hace, nos hará, analfabetos en el campo de la afectividad.

También nos dicen que son muy importantes las actividades que nos encaminen a la sociabilidad y nos llenan de extraescolares como si no fuera bastante desayunar, comer y merendar en el cole porque alguien tiene que darles la manduca, ya se sabe que el desarrollo físico es muy importante para el Ministerio de Educación.... pero cada vez hay más niños obesos que necesitan más tratamiento psicológico para comprenderse ellos y para ayudar a sus compañeros. Y cada vez hay más niños que reclaman tiempo para ser niños sin prisas, para jugar, para cantar, para reir... sin tele, sin videoconsolas, sin plays, sin móvil, pero con cariño sin horario y sin límites...

Y eso que piden nuestros hijos no son "cargas familiares" : son "cargos honoríficos" y nos llena de orgullo poder ejercerlos.
Dejemos a los politicos hablando de cuotas de igualdad, de repartir al cincuenta por ciento el trabajo y la disponibilidad familiar, dejemos que nos obliguen a todos y todas a trabajar siempre fuera de casa, dejemos que nos sigan evaluando sobre la dosis de cariño que derrochamos con nuestros hijos,.... ¿O les invitamos a un café informativo con nuestros hijos y en nuestra casa?