Conciliación

Autor: Pilar Pérez Rodríguez

 

 

Las mujeres podemos votar pero no elegir. Siento ser así de drástica, pero lo pienso cada vez que oigo la palabra concilia . Votar es importante en un Estado democrático, pero ser libre estoy convencida de que es mucho más importante, y además es anterior al derecho al voto... y me parece cada vez más necesario que cuando hablamos de mujeres y trabajo, se especifique que hay mujeres que trabajan aunque no tienen un salario: todas las que sacan adelante a sus familias con hijos o dependientes, y a menudo con hijos y dependientes, y que tienen jornadas de 24 horas sin vacaciones ni permisos por asuntos propios.

A estas alturas del siglo XXI me sigue sorprendiendo que las mujeres no estemos rebelándonos contra esta clara imposición: si no trabajas fuera de casa eres una inactiva, una no asalariada y una improductiva.... ¿No está fallando algo? ¿Se les hace a estas mujeres un vacío continuo en la sociedad y en los medios de comunicación sólo porque no tienen un sueldo? ¿Empezamos a exigir un salario familiar? ¿Tenemos que resignarnos las mujeres y someternos a que en este país no podamos elegir dónde trabajar? ¿Hay que declarar un nuevo dogma de fe la conciliación fuera del hogar ?

Se han concedido los premios Concilia, seguro que muy merecidos por algunas. ¿Para cuándo unos premios a mujeres que ejercen su libertad y ahorran al Estado un montón de dinero cuidando ellas directamente de sus familias? O mejor aún, menos premios, mejor reparto de beneficios y más respeto a la libertad de conciliación de todas las mujeres.